Nuevo golpe contra ETA en el sur de Francia. La policía detuvo ayer cerca de Montpellier a dos presuntos miembros de la banda, uno de los cuales está considerado como el número dos del aparato militar. Ambos se dirigían a un zulo, que fue desmantelado y en el que, según fuentes de la investigación, se preparaban coches bomba.

La operación conjunta de la Guardia Civil y la gendarmería francesa se llevó a cabo en la localidad de Rivières, al norte de Montpellier, y permitió la detención de Iurgi Mendinueta Mintega, alias Aitor , y Joanes Larretxea Mendiol. Ambos estaban entre los miembros más buscados de ETA, en especial el primero, a quien el Ministerio del Interior le atribuye la condición de mano derecha de Ibon Gogeaskoetxea, actual jefe militar de la organización tras los arrestos de Garikoitz Aspiazu, Txeroki; Aitzol Iriondo, Gurbitz; y Jurdan Martitegi, entre finales del 2008 y principios del 2009. Estas detenciones precipitaron el ascenso de Aitor, que pasó a la cúpula de la banda directamente desde sus ramas juveniles de Haika y Segi.

Nacido hace 27 años en San Sebastián, se le atribuye hasta el 2008 la organización del aparato logístico para la acogida en Francia de compañeros huidos de España. También figura entre los sospechosos del asesinato de dos guardias civiles en Capbreton, el 1 de diciembre del 2007.

EN BUSCA Y CAPTURA Desde principios de ese año se encontraba bajo orden de busca y captura, después de que el magistrado de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón ordenase su arresto por alojar durante nueve meses a otro etarra, Iker Agirre Bernadal, detenido posteriormente en Portbou. A inicios del 2009 fue reconocido por varios testigos tras el robo de un Peugeot 307, con el que sufrió un accidente en una carretera del Alto Loira, en el sudeste francés. Cuando fue interceptado por la policía ayer, viajaba en un coche de ese mismo modelo junto a Larretxea, que le ayudaba como escolta y conductor.

La foto de este segundo etarra fue difundida por primera vez por Interior tras los atentados de Burgos y Palma del verano pasado. De hecho, la operación está relacionada con la desarticulación en esas mismas fechas de 14 escondites que la organización utilizaba en Francia para su actividad delictiva, y podría servir para identificar a los autores materiales de las explosiones.

Los detenidos estaban armados, portaban una cantidad por determinar de explosivos y documentación falsa francesa y española. También llevaban un ordenador cuyo contenido están analizando las autoridades francesas. Según la policía, cuando fueron interceptados se dirigían al zulo, en el que se hallaron detonadores, matrículas dobles y una troqueladora. Este material es de gran importancia en estos momentos para la banda, ya que le permite tener autonomía para preparar los coches bomba y disponer de ellos.

Los arrestos llegan un día después de que otro etarra, Ibai Sueskun González, fuese detenido en el suroeste francés, también cerca de la frontera, tras pedir auxilio en un caserío adonde acudió con una herida de bala en la mano. Su versión es que se disparó él mismo mientras limpiaba el arma, aunque la policía cree que podría haberse herido durante unas prácticas de tiro en el bosque.