La detención de un joven ultra vinculado al mundo del fútbol como presunto autor de la brutal paliza que recibió el pasado sábado el consejero de Turismo, Cultura y Deportes de la Comunidad de Murcia, Pedro Alberto Cruz, no bastó ayer para acallar las acusaciones del PP, que siguió vinculando la agresión con el mal clima político que a su juicio se ha sembrado desde la oposición. El presidente murciano, Ramón Luis Valcárcel, reiteró: "No cabe otra interpretación que el móvil exclusivamente político, ya que Cruz fue agredido al grito de ´consejero cabrón´ y ´sobrinísimo´". Valcárcel, tío político del consejero apaleado, criticó "a la izquierda" por alentar, a través de las redes sociales, "el clima de crispación que se vive en la comunidad". Y concluyó: "Se ha venido confeccionando una diana con la cara de Pedro Alberto Cruz".

PROBLEMAS ANTERIORES El detenido, José David Baño Lorente, que supuestamente golpeó al consejero con otras dos personas, declarará hoy mismo ante el juez. Ayer se supo que en el historial de este joven figura una sanción de 3.000 euros por llevar alcohol, drogas y símbolos racistas y protagonizar incidentes en un campo de fútbol de Alicante en el 2008.

Mientras, el consejero de Justicia y Seguridad Ciudadana, Manuel Campos, anunciaba que las pesquisas de la policía "van a dar frutos importantes de un modo rápido" --no se descartan nuevas detenciones-- y la cúpula del PP siguió ayer extendiendo la sombra de la sospecha sobre sus oponentes políticos.

La presidenta de la Comunidad de Madrid, Esperanza Aguirre, vinculó ayer "a parte de los sindicatos y a la oposición en Murcia" con la agresión, pese a las pistas en dirección ideológicamente contraria que ofrecía la detención del joven hooligan .

"Los que se ven impotentes de desalojar democráticamente a Varcárcel, el presidente autonómico más votado, han querido utilizar la violencia, y eso es algo que los españoles, seamos del partido que seamos, no podemos consentir", señaló.

DIMISION DEL DELEGADO Al igual que Mariano Rajoy, Aguirre pidió la dimisión del delegado de Gobierno en Murcia, Rafael González Tovar.

Luis Alberto Cruz, agredido con un puño americano a las puertas de su casa, en la céntrica plaza Cánovas del Castillo de Murcia, evoluciona favorablemente de una fractura de mandíbula y otras heridas, en el Hospital Reina Sofía de la ciudad. "La suerte es que no va a perder el ojo", precisó Rajoy.

La número dos de los populares, María Dolores de Cospedal, aseguró que "hay que tener muy claros los límites de la política y qué líneas no se pueden cruzar", al tiempo que negó que su partido eche toda la culpa al PSOE. Para Ramón Jáuregui, ministro de la Presidencia, "culpar al Gobierno de la agresión es casi tan grave como el propio ataque".