El presidente del PNV, Xabier Arzalluz, afirmó ayer que la instrucción pastoral de la Conferencia Episcopal fue aprobada por las "presiones" del Gobierno, y comparó estas intromisiones con la postura dominante que ejercía la dictadura franquista sobre la Iglesia. Opinó, sin embargo, que el presidente José María Aznar, no ha logrado su objetivo, ya que el texto, "que iba dirigido principalmente a los vascos y catalanes", no ha sido firmado por los obispos de estas dos comunidades.

En un acto celebrado en Sukarrieta (Vizcaya) en homenaje a Sabino Arana, fundador del PNV, Arzalluz aseguró que el texto de la Conferencia Episcopal le retrotrae a "épocas pasadas", porque ha vuelto "la derecha nacionalista española, eterna enemiga del nacionalismo vasco" que, además, "ha cautivado" a la Iglesia.

IGUAL QUE UN TEXTO DE 1936

Arzalluz comparó el reciente documento de la Conferencia Episcopal con el firmado en 1936 por los obispos españoles, que declaraban la guerra civil como "cruzada". En aquella ocasión, un obispo vasco y otro catalán no firmaron el texto, por lo que fueron condenados al exilio. El líder el PNV expresó su deseo de que ahora "Aznar no eche fuera" a la jerarquía eclesial de ambas comunidades, e insinuó que hasta el Vaticano se ha plegado ante el Gobierno.

Arzalluz dijo compartir la condena al terrorismo de ETA, pero no la intencionalidad política del texto de los prelados, y preguntó al presidente de la Conferencia Episcopal, Antonio María Rouco, si el nacionalismo de Franco fue "violento o pacífico", y por qué no lo ha condenado la Iglesia.

EL PRESIDENTE, CONTENTO

Por su parte, Aznar calificó ayer de análisis "exhaustivo y realista" la pastoral de la Conferencia Episcopal. Desde Corfú (Grecia), señaló que deseaba que los creyentes "la tengan en cuenta" y que también sirva para los no creyentes.