Los agentes de la Ertzaintza y sus familiares se han convertido en el objetivo prioritario de los violentos. El último episodio tuvo lugar en la noche del domingo al lunes, cuando varios desconocidos arrojaron cinco botellas incendiarias contra una pequeña tienda de ropa propiedad de la mujer de un ertzaina, ubicada en la localidad vizcaína de Barakaldo. Aunque los daños fueron escasos, la alarma cundió entre los vecinos.

Tras los numerosos incidentes registrados en San Sebastián durante la pasada Semana Grande, todos los partidos, excepto ANV, condenaron estos actos. Los episodios más graves fueron el ataque contra la sede del PNV y el intento de quemar un autobús urbano en el Boulevard. ANV, cuya lista no pudo concurrir al ayuntamiento donostiarra, optó por criticar al alcalde socialista, Odón Elorza, por izar la bandera española, ya que a su juicio eso "solo ha traído un aumento de la tensión y de la crispación".

Por su parte, el presidente del PP de Vizcaya, Antonio Basagoiti, reveló ayer que los siete concejales de su partido que fueron el sábado al Teatro Arriaga, para el acto de inicio de las fiestas de Bilbao, tuvieron que abandonarlo en una furgoneta policial camuflada como vehículo del circo ante el acoso de los radicales.

COLABORACION Mientras, Interior anunció ayer que distribuirá 46.000 carteles con fotos de los seis etarras más buscados. Unas 25.000 unidades se situarán desde hoy en lugares con gran afluencia de público, como centros de salud, ayuntamientos u oficinas de turismo. El resto, de formato más pequeño, se colocarán en autobuses, trenes y estaciones de metro.