Dos proyectiles fueron lanzados anoche contra la base española de Herat (Afganistán), uno de los cuales impactó a 200 metros de la valla exterior, sin que se registraran daños personales ni materiales en el contingente español, informó hoy a Efe un portavoz del Ministerio de Defensa. Sobre las 23.23 y las 23.25 horas locales, los militares españoles en la base escucharon dos explosiones fuera del recinto y un equipo de desactivación de explosivos comprobó que un proyectil había impactado a 200 metros de la valla norte de la base y a 1.300 metros de los hangares de mantenimiento, mientras que el otro calculan que lo hizo a unos tres kilómetros.

De los primeros análisis del incidente se deduce que puede tratarse de proyectiles de mortero o de artillería de un calibre cercano a los 100 milímetros, según Defensa. Nada más escucharse las explosiones se activaron los sistemas de seguridad de la base de Herat y el equipo de desactivación de explosivos localizó el impacto de un proyectil fuera del recinto, a unos 200 metros alejado de la valla norte. Sin embargo, según explicó el portavoz del Ministerio de Defensa, el segundo impacto aún no ha sido localizado esta mañana, aunque se calcula que ha caído a unos tres kilómetros de las instalaciones militares españolas. Los sistemas de seguridad de la base española se desactivaron 30 minutos después de las explosiones, tras comprobarse que no se registraron daños personales ni materiales.

Otros precedentes

España mantiene en Afganistán un total de 690 militares, distribuidos principalmente en la base de apoyo avanzado de Herat (FSB), donde hay 430 militares, y una Unidad de Reconstrucción Provincial (PRT) en Qala i Naw, con 187. El resto están desplegados en Manás (Kirguizistán) y Kabul. El último ataque contra las tropas españolas en Afganistán se registró el pasado 15 de marzo, cuando un convoy sufrió una explosión a unos 200 metros, cuando una moto conducida por dos civiles afganos explotó. En el suceso, ocurrido entre la carretera de circunvalación de Afganistán R-515 y la localidad de Farah, resultó muerto uno de los civiles al manipular el artefacto, con el que, al parecer, iban a atentar contra las tropas españolas u otros contingentes. Sin embargo, el ataque más grave de este año contra las tropas españolas se registró el pasado 21 de febrero cuando la soldado Idoia Rodríguez y otros dos militares resultaron heridos al explotar una mina al paso del convoy de vehículos blindados en el que viajaban, en las inmediaciones de la localidad de Shindand.