La Audiencia Nacional archivó ayer la denuncia presentada por la fundación Danaes por la pitada con que fueron recibidos los Reyes en el campo de Mestalla (Valencia) en la final del campeonato de la Copa del Rey entre el FC Barcelona y el Athletic de Bilbao el pasado 13 de mayo. Los jueces encargados de estudiar la denuncia consideran que estos actos fueron "desagradables", pero rechazan que sean delictivos.

El juez Santiago Pedraz se negó a admitir la querella el pasado mes de julio y Danaes, de la que es patrono el juez del Tribunal Supremo Adolfo Prego, recurrió esta decisión ante la sala penal de la Audiencia Nacional al entender que estos hechos eran constitutivos de injurias al Rey, ultraje a la bandera, y apología del odio nacional.

Sin embargo, para los jueces, la pitada a los Reyes fue solo un gesto maleducado e incívico que resultó "desagradable" para los monarcas y para los que no compartieron lo que "estaba aconteciendo" en el estadio.

MALESTAR ESCENIFICADO Además, sostienen que la sonora pitada, que impidió que se escuchara el himno nacional, quiso escenificar "el malestar a quien es símbolo de la unidad de la nación". Y tampoco ven delito en la exhibición de una pancarta en la que se decía "Adiós España" en inglés porque "patentiza lo que se prefiere frente a lo que convive pero no se acepta". Por ello, afirman que esta actitud responde a "los mecanismos de que se valen disidentes a lo establecido en las ansias de alcanzar otro marco distinto al que dibujó la Carta Magna".