La Audiencia de Madrid absolvió ayer a los cuatro mandos policiales acusados en el caso del ácido bóricodel delito de falsedad documental que se les imputaba por, entre otras cosas, alterar un informe que vinculaba a ETA con el 11-M.

Sin embargo, y pese a la absolución del comisario general de la policía científica, Miguel Angel Santano, y sus tres subalternos, José Andradas, Pedro Luis Mélida y Francisco Ramírez, la Audiencia cree que su actuación está llena de "irregularidades administrativas", pero no punibles penalmente. Los jueces argumentan que los mandos policiales, "probablemente abducidos por la enjundia y relevancia sociopolítica del caso", no cumplieron "con las formas jurídicas concretas" al rehacer el informe del bórico.

Así, Ramírez firmó el nuevo informe pese a que no había realizado la técnica analítica, por lo que se incluyeron "inveracidades".