El Gobierno suele asegurar que la pandemia ha servido para iniciar una nueva etapa de diálogo territorial, en la que las conferencias de presidentes, tantas veces guardadas en el cajón, tenían lugar cada semana, con la presencia de todos los mandatarios autonómicos vía telemática. Pero en la primera cita de este tipo que se celebra presencialmente desde la aprobación del estado de alarma, este viernes en el municipio riojano de San Millán de la Cogolla, algunas cosas serán como antes de la llegada del coronavirus. Sobre todo, las ausencias. Quim Torra seguirá los pasos de Carles Puigdemont, que se ausentó de la última conferencia que se celebró cara a cara, en enero del 2017, y tampoco acudirá esta vez. Lo mismo hará Iñigo Urkullu, repitiendo el plante que llevó a cabo en el encuentro de hace tres años.

Las ausencias serán al final dos, porque la madrileña Isabel Díaz Ayuso, que había pedido que la cita se celebrase por videconferencia para minimizar el riesgo de contagio, finalmente se desplazará hasta La Rioja, al igual que el resto de presidentes del PP. Pero son lo suficientemente relevantes como para que nublen la cita, pensada para abordar los rebrotes del virus y los 140.000 millones de euros en fondos de reconstrucción que irán a parar a España, tras el acuerdo de la semana pasada en la UE.

A media mañana de este jueves, Torra enviaba una carta de respuesta a Pedro Sánchez, que el día anterior le había pedido por escrito que acudiera a la conferencia, explicando su ausencia. "Si bien la materia de la reunión es de mi interés, la forma que habéis querido darle y la situación actual de la pandemia en Cataluña me desaconsejan acudir", señaló el 'presidente' de la Generalitat, cuya decisión fue criticada por el PSC y Cs. El tono de la misiva es conciliador, pero el plante viene a profundizar en el distanciamiento entre Torra y Sánchez, después de que ambos dirigentes no se hayan puesto de acuerdo para reactivar la mesa de diálogo sobre el conflicto político en Catalunya, un fracaso del que se acusan mutuamente.

"Ya sabe que vivimos días críticos y el primero que tiene que dar ejemplo de la restricción de movimientos que hemos pedido a la ciudadanía es el presidente", continúa Torra, que también carga contra la presencia de los Reyes, que inaugurarán la conferencia, porque la Monarquía "está hoy más cuestionada que nunca". Como alternativa, el dirigente de JxCat propone un encuentro bilateral y telemático la próxima semana.

Los motivos de Urkullu son de otro tipo. El presidente vasco, a quien la carta de Sánchez tampoco le ha hecho cambiar de posición, ha decidido no acudir porque el Gobierno continúa sin poner fecha para la Comisión mixta del Concierto, en la que se deben fijar la capacidad de endeudamiento y el nivel de déficit de Euskadi.

BÚSQUEDA DE CONSENSO

La cita, que a partir de ahora tendrá una periodicidad mensual (la próxima será a finales de agosto, para preparar la vuelta a las aulas), se presenta complicada para el Ejecutivo. Sánchez, según fuentes de la Moncloa, intentará buscar el consenso con las autonomías, pero no será fácil de conseguir. Por un lado, a la hora de abordar el reparto de los fondos europeos, que en principio no se cerrará en esta convocatoria, los territorios, incluidos los gobernados por el PSOE, tienen criterios muy dispares.

Por otro, son muchas las autonomías que reclaman al Gobierno que haga más esfuerzos de coordinación en la lucha contra los rebrotes. No solo lo piden las comunidades del PP; también lo hacen algunas en manos de los socialistas, como Castilla-la Mancha. La posibilidad de adoptar medidas más drásticas frente al virus sin tener que volver a recurrir al estado de alarma también estará sobre la mesa. El Gobierno, mientras tanto, considera que las comunidades ya tienen las herramientas necesarias para actuar, y defiende que la coordinación y el contacto continuo con los territorios nunca han dejado de ser una realidad. La prueba, argumentan en la Moncloa, es la propia conferencia de presidentes.