Nada más comparecer ante la prensa, Zapatero se topó con un aviador republicano invitado a la recepción que le cortó el paso para darle en mano un regalo. Era una insignia de plata en forma de alas con una estrella roja en el centro. El hombre le explicó de qué se trataba y que él mismo había servido como piloto en las fuerzas que lucharon contra la sublevación de Francisco Franco. El jefe del Ejecutivo recogió el regalo y agradeció el gesto, pero pasó rápidamente al salón principal, donde varias personas le esperaban para saludarle. El tema que más complacía abordar al presidente era el gol de Ronaldinho en el partido que el Bar§a disputó el martes contra el Werder Bremen.