Madrid El Ejército perdió ayer un avión Mirage F-1 cuando participaba en unas maniobras de guerra electrónica en Alemania. El piloto pudo abandonar la nave y saltar en paracaídas sin sufrir daños de consideración. Los hechos ocurrieron por la mañana, poco después de que el avión despegara de la base de Neuburg. El teniente Ricardo Vidal Díaz, piloto del F-1, notó un fuerte olor a humo, se encendieron las luces de alarma y accionó el sistema de salto. El aparato cayó en una zona deshabitada al noreste de Múnich sin causar daños. En la foto, los equipos de rescate.