El abogado de la Asociación de Víctimas del Terrorismo, (AVT), Emilio Murcia, admitió ayer, en su informe de conclusiones del 11-M, que en el juicio "no se ha acreditado" la participación de ETA en los atentados. Es la primera vez que la asociación desecha la intervención etarra en la masacre. Reconoció además que detrás de los atentados no estuvieron las fuerzas y cuerpos de seguridad del Estado.

No obstante, el letrado se esforzó por mantener viva la teoría de la conspiración y esparció sombras e interrogantes sobre la instrucción de la causa. Entre otras cosas, reclamó saber "quiénes estuvieron detrás de la ideación de los atentados", aunque su propio escrito señala a los islamistas Yusef Belhadj y Hasan el Haski como "dirigentes" e inductores" de los hechos. Y afirmó que quedan "dudas" sobre la relación con los confidentes, destacando la "ligereza" con que actuó el guardia civil Víctor con Rafá Zuhier.

RESPUESTA A LAS CRITICAS Murcia aprovechó su turno para responder a quienes lo han criticado por incumplir su papel de acusador y poner más empeño en implicar a ETA que en condenar a los procesados. Se revolvió contra el fiscal jefe de la Audiencia Nacional, Javier Zaragoza, que el lunes pasado denunció a algunas acusaciones de provocar una "esquizofrenia procesal" con su "intercambio de roles".

"¿Cómo llamamos entonces a hacer interrogatorios blancos, de defensa, y terminar retirando la acusación a destacados dirigentes de la izquierda aberzale?", replicó Murcia. Aludía a la actitud de la fiscalía de la Audiencia Nacional en el juicio del 21 de marzo contra Arnaldo Otegi, a quien retiró la acusación de enaltecimiento del terrorismo durante un homenaje a la etarra Olaia Kastresana.

Pese a que el letrado hacía referencia a causas ajenas al proceso, el presidente del tribunal, Javier Gómez Bermúdez, le concedió la misma libertad de palabra que otorgó al fiscal jefe de la Audiencia. Actitud muy distinta mantuvo el juez el martes pasado con la fiscal Olga Sánchez, a quien cortó en seco cuando arremetía contra la prensa afín a la teoría de la conspiración.

El abogado de la AVT intentó ayer dar una vuelta a la tortilla a su actuación en la causa y se presentó como un adalid de la justicia que solo ha pretendido "sumar más" a lo que "estaba en los escritos de la versión oficial". "Preguntar y discrepar es legítimo, y aquí se nos ha querido poner el burka del pensamiento intelectual único", dijo.

MAS PENAS Murcia expresó "extrañeza" por la "multiplicación de esfuerzos" para excluir la intervención de ETA en los atentados, ya que, según dijo, esa vía estaba "apartada" desde el 12 de marzo. Omitió el letrado que fue él mismo, entre algunos otros, quien encendió el debate sobre la hipótesis de la autoría etarra al presentar, en marzo del 2004, una querella en ese sentido ante el juzgado que instruía el 11-M. La Audiencia desestimó esa querella por falta de fundamentos, lo que no impidió a la AVT insistir en el asunto durante la instrucción y el juicio.

Para demostrar que nunca ha dejado su rol de acusador, Murcia alegó que la AVT pide más penas que nadie contra los islamistas que se sientan en el banquillo. Explicó que, en el caso de Rabei Osman, el Egipcio , le retiran el cargo de ideólogo, aunque se le considera responsable "por omisión".