La voz de las víctimas se oirá por fin en la comisión del 11-M. La de Clara Escribano, portavoz de la Asociación de Afectados, será, sin duda, la comparecencia más emotiva, tal vez la única que recuerde que, por encima de intrigas partidistas, la masacre segó casi 200 vidas y destrozó las de varios centenares de personas. El plato fuerte de esta nueva tanda de comparecencias será la presencia en la comisión de Aznar, que prepara con sed de venganza la que será, salvo sorpresas, la última intervención en el Congreso de su carrera política.LAS DECLARACIONES.De los confidentes a los cargos políticos

La comisión acordó ayer 14 nuevas comparecencias con un calendario aún por determinar, pero por un orden de intervención ya establecido. Primero lo harán especialistas, policías y fiscales de Avilés, después los políticos y representantes de la UE, y finalmente las víctimas.

El primero en comparecer será el profesor Peter Wallman, experto en terrorismo islamista y catedrático de sociología de la Universidad de Habsburgo (Alemania). Seguirán, el jefe de la Comandancia de la Guardia Civil en Asturias, Fernando Aldea Juan; el jefe superior de Policía de Asturias, Juan Carretero Enrique y el fiscal jefe del Tribunal Superior de Justicia de Asturias, Gerardo Herrero. Los tres deberán aclarar si supieron que el confidente de la Guardia Civil Rafá Zuiher informó a su contacto en ese cuerpo de una venta ilegal de explosivos en las minas asturianas. Seguirá Juan Manuel Calleja, jefe de la Unidad de Droga y Crimen Organizado (UDYCO) de Madrid, para que confirme que no se pudo hacer un seguimiento policial de los autores de la masacre. A continuación, comparecerá el máximo responsable del servicio de inspección de armas y explosivos de la Guardia Civil, Ballena Pérez; el policía Rafael Gómez Menor, de la Unidad Central de Información Exterior, uno de los expertos más cualificados en terrorismo islamista, y el coordinador del equipo de traductores encargado de oír las conversaciones telefónicas de los detenidos tras el 11-M.

Concluido el capítulo policial, las declaraciones de políticos empezarán con el exsecretario de Estado de Seguridad Ignacio Astarloa, que participó en todas las reuniones que se celebraron en el Ministerio del Interior con los mandos policiales que dirigían la investigación tras el 11-M. Seguirá el verdadero plato fuerte de esta nueva sesión, el expresidente José María Aznar, que dará paso al bloque europeo: Mariano Simancas, director en funciones de Europol; Gijs de Vries, responsable de la UE para la lucha contra el terrorismo, y Antonio Vittorino, comisario europeo de Justicia e Interior. La última en comparecer será la portavoz de la Asociación de Afectados por el 11 de Marzo, Clara Escribano.LA DOCUMENTACIÓN.Informes sobre Marruecos y ETA

103 informes más ha solicitado la comisión del 11-M, 79 de ellos a instancias del PP. Los populares lograron ayer que el resto de los grupos aprobaran todas sus peticiones de documentación salvo dos: la del registro de mensajes y llamadas de los dirigentes socialistas entre el 11 y el 13 de marzo --para averiguar si alguno de ellos convocó las manifestaciones frente a las sedes del PP en el día de reflexión-- y la de un informe jurídico supuestamente encargado por el PSOE por aquellas fechas sobre la posibilidad de suspender las elecciones del 14-M en caso de que la masacre hubiera sido obra de ETA.

La mayoría de los documentos solicitados por el PP inciden en la alambicada teoría según la cual el 11-M tuvo un "autor intelectual" que la policía, tras la victoria del PSOE, no ha intentado identificar. Algunos promotores de esta teoría, entre los que figura el exministro Angel Acebes, sugieren que esa mano negra podría pertenecer a ETA --sola o en colaboración con Al Qaeda-- o a sectores marroquís, que a su vez actuarían en complicidad con el PSOE.

Entre otros datos, la comisión ha aceptado pedir información sobre el paso por el País Vasco de algunos autores materiales del 11-M; los contactos que el minero asturiano que proporcionó el explosivo pudo tener con etarras en la cárcel; las relaciones de ETA con los países árabes y con el terrorismo islamista; la información que Rabat brindó al Gobierno acerca de los terroristas marroquís que cometieron los atentados...

Por último, el PP ha logrado que la comisión analice más documentación sobre el papel de Rafá Zuhier y otros confidentes policiales en el 11-M.