Para evaluar el incremento experimentado por la partida publicitaria, el 27,8%, es preciso que se establezcan algunas comparaciones. Así, supera con mucho el aumento del gasto global presupuestado para el 2007 (6,7%) y el de las políticas sociales (8,4%), pero es muy inferior al incremento de la inversión en propaganda en el 2003, último año de José María Aznar como presidente del Gobierno. En vísperas electorales, el Ejecutivo del PP incrementó un 101% el gasto en campañas publicitarias.

El dato ha sido revelado, cuatro años más tarde, por el Tribunal de Cuentas. Y esa es precisamente la gran diferencia. Para acabar con la opacidad de estos gastos, Zapatero aprobó la ley de publicidad institucional, una norma que acota el uso propagandístico de estas campañas y fija criterios de austeridad y transparencia.