El presidente del Gobierno, José María Aznar, remitió ayer a los informadores a la dirección del PP cuando le preguntaron por los casos del alcalde de Toques --condenado por abusos sexuales a una menor--, y del presidente de la diputación de Castellón, Carlos Fabra --acusado de tráfico de influencias--. "Yo no tengo nada que decir sobre esas cuestiones", afirmó Aznar, quien sin embargo añadió que respaldaba las decisiones de los dirigentes de su partido.

Sandra Camoiras, la joven que denunció al alcalde de Toques, Jesús Ares, por abusos sexuales, aseguró ayer que está pasando por un infierno en su pueblo, ya que mucha gente se posiciona a favor del alcalde: "La gente sigue apoyándole, sin conocer la verdad, porque la gente que opina, tanto de él como de mí, no saben la verdad. La verdad la sabemos él y yo y me duele que no se fíen de mí para nada".

Sandra, que ahora tiene 18 años, reconoce que ha pensado irse de Toques por "todo lo que pasó y, sobre todo, por tener que soportar las miradas de la gente diciendo: Mira, la niña del alcalde". "Eso no lo soporto", afirma. La joven dice que si llega a saber lo que le esperaba tras el juicio no sabe "si habría presentado la denuncia".

El presidente de la Xunta, Manuel Fraga, que en un principio dijo que el caso del alcalde de Toques era un asunto menor, "una conducta incorrecta, no una violación o un acto de pederastia", ha encargado ahora a la consejera de Familia, Pilar Rojo, que se ponga "a disposición" de Sandra porque, "al parecer, tiene algún problema con los vecinos". La consejera declaró ayer que se haría un gran favor a la joven "si se zanjara" el tema.

SIN REPERCUSION EN EL PP El Partido Popular no tomará ninguna medida contra sus dirigentes en Galicia por los casos de desobediencia que se han producido en las últimas semanas en los ayuntamientos de Toques y Sada, donde la totalidad de los concejales populares se posicionaron a favor de sus respectivos alcaldes y en contra del partido en el que militaban.

Fraga dijo que no piensa "tomar ninguna medida" después de ambos fracasos de la dirección popular, pues entiende que todos los partidos políticos "tienen sus problemas".

El presidente de la Xunta no quiso responder ayer a la pregunta de si se arrepentía de algo de lo que había dicho en relación con el caso. Fraga añadió: "En tiempos de elecciones siempre se producen estos incidentes, pero cuando se llega a las decisiones que se han adoptado, el tema está terminado y espero que no se repita."

La consejera de Familia de la Xunta de Galicia, Pilar Rojo, admitió que Fraga no fue suficientemente contundente, pero que se haría un gran favor a la joven "si se zanjara" el tema.