José María Aznar calificó ayer de "lamentable" y "miserable" la agresión que sufrió el secretario general de CCOO, José María Fidalgo, en la manifestación del Primero de Mayo a manos de un extrabajador de Sintel, y la vinculó a los ataques que sufrió el PP por su apoyo a la guerra de Irak. El presidente culpó de ambos incidentes a quienes "se han dedicado a sembrar malos vientos", una acusación que ha dirigido en numerosas ocasiones al PSOE e IU con ocasión del conflicto iraquí.

"Lo de ayer y lo que ocurrió otras veces con el PP es la España que no deseamos", afirmó Aznar. Y añadió a continuación: "La España de la ira, de la piedra y del palo tiene que ser desterrada de nuestra historia para siempre".

"CONVICCIONES"

El presidente hizo estas consideraciones en Albacete, durante la presentación de la candidatura de Adolfo Suárez Illana para la Junta de Castilla-La Mancha. El acto, celebrado en el Polideportivo Municipal ante unas 3.000 personas, tuvo como estrella al expresidente Adolfo Suárez, que abandonó su ostracismo político para apoyar las "convicciones" de su hijo, que son las del PP.

Aznar sacó buen provecho de esa presencia. Elogió a Suárez por haber sabido "estar en su sitio" como presidente y expresidente, y proclamó al PP "heredero" de la tarea que emprendió el primer mandatario de la democracia. Asumiendo que Suárez compartía esa herencia, dijo el presidente: "Hoy estás en tu sitio, apoyando las ideas, principios y esperanzas de tu hijo y de todos nosotros, que son las tuyas".

El presidente insistió en sus ataques contra la "coalición Llamazares-Zapatero", en referencia a los líderes de IU y el PSOE, a quienes acusó de recurrir a "atajos democráticos" para buscar el poder. También se refirió a las últimas iniciativas en la lucha contra ETA y Batasuna, y proclamó: "No vamos a parar hasta ver cómo el terrorismo es definitivamente derrotado".

La intervención más esperada, la del expresidente Suárez, resultó un caos, porque el orador estaba visiblemente emocionado y se perdió entre los papeles. Los folios que describían la "personalidad" de su hijo se le enredaron entre las manos y terminó repitiendo hasta tres veces que el joven candidato tenía una "formación profunda" y había estudiado en Harvard, la prestigiosa universidad estadounidense.

"Tengo la sensación de que me estoy repitiendo", dijo de pronto, y dirigiéndose al presidente, le preguntó: "José María, ¿estoy repitiendo?". Este hizo un gesto afirmativo, que Suárez agradeció.

Mientras, Mariano Rajoy negó ayer paralelismos con el voto de castigo que ha sufrido el partido de Tony Blair en las elecciones locales en Gran Bretaña por su apoyo a la guerra de Irak. Rajoy achacó la derrota laborista a una división que el PP conjuró.