José María Aznar introdujo ayer un nuevo elemento para justificar su apoyo a George Bush en la guerra contra Irak. El presidente del Gobierno alegó que tomó esa decisión con la mirada puesta en la población hispana de EEUU.

"Cuando alguien me ha preguntado por mi posición, yo pregunto: ´¿Y cuál hubiera sido tu posición si supieras que hay entre 40 y 50 millones de personas que hablan español en EEUU y dentro de unos años serán 80 millones?", manifestó durante un encuentro con empresarios en Miami.

En todos los discursos que dio durante su estancia en Florida, Aznar vinculó el peso creciente de la población hispana a su alianza estratégica con Washington. "EEUU contará con España como aliada fiel y decidida", dijo en Tallahassee, en una recepción que le ofreció el gobernador, Jeb Bush, para "celebrar la herencia hispana en Florida".

Preguntado por un informe de expertos que descarta la existencia de armas de destrucción masiva en Irak, el presidente alegó que las investigaciones "apenas empiezan", pero abrió el paraguas añadiendo que los arsenales "pueden haber sido destruidos".