José María Aznar y José Luis Rodríguez Zapatero se cruzaron ayer un rosario de acusaciones sobre la connivencia de los partidos que representan, PP y PSOE respectivamente, con la trama de especuladores inmobiliarios que han bloqueado la constitución del Gobierno autonómico de Madrid.

En medio de una bronca entre diputados de ambas formaciones, se desarrolló la sesión de control del Congreso con la crisis madrileña de fondo. La trifulca obligó a Zapatero a usar el tiempo de otro diputado socialista para seguir su cara a cara con Aznar, tras polemizar con la presidenta de la Cámara por haberle quitado tiempo de su intervención.

El líder socialista calificó a los diputados traidores Eduardo Tamayo y María Teresa Sáez de "manzanas podridas" que "se han colado" en la "cesta" del PSOE, una situación aprovechada por el PP para "hurtar" a Madrid un gobierno de izquierdas.

Zapatero vinculó la situación madrileña con la fuerte especulación del suelo que ha provocado el aumento del precio de la vivienda. Todo ello, dijo, "gracias a las leyes del Gobierno".

"COBIJADO Y ASESORADO"

Además, recordó los contactos de Tamayo, que ayer se autoproclamó "garante" del programa que aplique el PSOE en Madrid, con los populares, que le "han cobijado y asesorado". "Cada vez que se levanta un ladrillo en Madrid", dijo Zapatero, "aparece un militante del PP".

Aznar eludió dar explicaciones sobre los contactos de la trama empresarial con dirigentes de su partido y descargó la responsabilidad sobre los socialistas. "Cada vez que poder y PSOE están cerca, hay corrupción", afirmó.

El líder conservador instó a Zapatero a explicar porqué esas "manzanas podridas" le dieron sus votos para ser secretario general y los supuestos pactos que tiene con los traidores. "Usted ha firmado demasiadas letras a demasiada gente en demasiados sitios y empiezan a vencer", concluyó.

Antes, Gaspar Llamazares, acusó al PP de querer "someter a un tercer grado" a los madrileños en unas nuevas elecciones y decirles "que voten bien para que coincidan los intereses de los especuladores con los del PP". Aznar reconoció no haber dado instrucciones a la fiscalía para investigar la trama inmobiliaria.