El líder de la corriente socialista Renovadores por la Base, José Luis Balbás, a la que pertenecían Eduardo Tamayo y Teresa Sáez antes de ser expulsados del PSOE, se desmarcó ayer ante la comisión de investigación de la Asamblea de Madrid del plante que dio Tamayo al grupo socialista el 10 de junio, cuando se eligió la Mesa del Parlamento regional. Balbás, empresario inmobiliario y financiero, dijo estar en "absoluto desacuerdo" con la espantada de sus compañeros.

Balbás se presentó a sí mismo como "una víctima". Dijo ser el "cabeza de turco" elegido por Rafael Simancas para "cargarse" la influencia de los Renovadores por la Base en la Federación Socialista Madrileña (FSM). Acusó al PSOE de "inventar una trama" para justificar el "error político" que es convertir "un problema interno de la FSM" en una "crisis institucional" en Madrid.

INTERMEDIARIO

Balbás explicó que desconocía los planes de Tamayo para plantar a su grupo, pero confirmó que la víspera, el 9 de junio, José Blanco, secretario de organización del PSOE, le pidió "una mediación informal" con el traidor porque conocía "su malestar". Tras la espantada, relató Balbás, medió otra vez entre el huido y Blanco, a petición de este último.

Por su parte, Rodríguez Zapatero aseguró ayer que es "radicalmente falso" que se pactara un "reparto de poder" con Renovadores por la Base.