En pie y con una ovación de dos minutos de duración, los diputados del PP despidieron ayer a José María Aznar en la que era su última comparecencia en el Congreso. Fue la última sesión de control al Gobierno de esta legislatura, ya que la próxima semana los presupuestos monopolizarán el debate y, en enero, el presidente disolverá las Cortes para convocar las elecciones generales de marzo.

Aznar aprovechó una pregunta de Luis de Grandes (PP) para agradecer a su grupo el apoyo prestado, hacer un balance triunfalista de su gestión y advertir de que aún "queda mucho por hacer". Abandonó el hemiciclo entre los aplausos de los populares y gritos de "¡Otra, otra!". Por ser el último pleno de control, resultó el más cómodo para el PP. Copó la mitad de las preguntas formuladas a los ministros.