Manuel Barbero, el padre de la primera víctima que denunció abusos en el colegio de los Maristas de Sants-Les Corts, se ha topado en las cercanías de la Audiencia de Barcelona con Joaquim Benítez, el pederasta confeso que agredió sexualmente a su hijo. Cuando el progenitor del muchacho ha visto al procesado, que se dirigía al juicio que se celebra contra él, le ha gritado: “Joaquim”. El acusado se ha girado, se ha apartado un poco el pasamontañas que llevaba y se ha acercado a Barbero. Éste le ha dicho: “Recuerda Joaquim que me prometiste que dirías toda la verdad sobre el papel de los Maristas”. La contestación llegó de inmediato: “Lo voy a hacer”.

En ese breve momento en mitad de la calle, Benítez ha alargado su mano para dársela a Barbero. El padre de la víctima le ha espetado que no lo hiciera. Aún así, el pederasta ha mantenido unos segundos la mano, pero no ha llegado a estrechársela a Barbero, que la ha rechazado. Tras ello, el procesado ha seguido su camino hacia el Palacio de Justicia.

El juicio se ha reanudado a las 10 de la mañana con la declaración de una psicóloga que ha relatado como uno de los afectados le explicó que el acusado abusó de él y como perjudicó a la víctima el suceso. El joven optó por marcharse de Barcelona por las dificultades que tenía para relacionarse con su entorno próximo. “Le dio oxígeno”, ha concretado la testigo. El muchacho se llegó a atormentar por el hecho de que no paró la agresión.