Cinco horas con el juez Pablo Ruz bastaron ayer para que el extesorero del Partido Popular Luis Bárcenas cumpliera con su amenaza y tirara de la manta al sentirse "traicionado‡" por el que fue su partido durante dos décadas. Bárcenas salió de la prisión de Soto del Real con un lápiz de memoria y varias carpetas con recibos, anotaciones y otros documentos que entregó al magistrado y que acreditan supuestamente la existencia en el PP de una caja B, un sistema de contabilidad que dijo haber heredado de los antiguos tesoreros Rosendo Naseiro y Álvaro Lapuerta y que ha perdurado hasta ahora. El exsenador confirmó ante Ruz y una veintena de abogados las acusaciones que todas las fotocopias y originales con anotaciones manuscritas que se han publicado en los últimos meses con donaciones y sobresueldos son suyas. Y aseguró haber pagado a Mariano Rajoy y María Dolores de Cospedal dos entregas de 20.000 y 25.000 euros en efectivo a cada uno en el 2009 y en el 2010. No obstante, reconoció no tener recibos que acreditaran los pagos. "Ni a los donantes ni a los receptores se les pedía que firmaran recibos porque era de mal gusto‡", dijo.

RESPUESTAS PREPARADAS Bárcenas demostró haber preparado minuciosamente la declaración junto a su abogado, Javier Gómez de Liaño. Disparó directamente contra Rajoy y contra Cospedal, pero se cuidó mucho de vincular las donaciones de los empresarios con adjudicaciones en administraciones del PP. Así, esquivó autoimplicarse en un delito de cohecho y responsabilizó a Lapuerta del diseño de la estrategia de pagos y cobros, así como de tomar las decisiones más controvertidas, al margen de la dirección del PP.

Según el relato del extesorero, el primer pago a Rajoy y Cospedal se realizó en el 2009, coincidiendo con el estallido del caso Gürtel. Bárcenas explicó que quiso liquidar la caja B del PP, en la que había más de 40.000 euros. Con el visto bueno del entonces secretario general, Javier Arenas, entregó 20.000 a Rajoy y otros 20.000 a Cospedal. El dirigente andaluz le dijo que entregara al presidente el pico que sobraba.

El siguiente pago en efectivo que relató Bárcenas fue en el 2010, cuando él ya no figuraba como tesorero pero, según su versión, seguía manejando dinero del partido. Declaró que entregó 25.000 euros "en mano" a Rajoy y otros tantos a Cospedal. El dinero estaba guardado en sobres de color "marrón", en billetes de 500 euros, y procedía de la caja B del PP gallego.

También fue interrogado por los 300.000 euros que un empresario quiso dar supuestamente al PP poco antes de las elecciones del 2011, una donación que desveló el director de El Mundo, Pedro J. Ramírez, en su declaración de la semana pasada como testigo. Bárcenas identificó al empresario como Juan Miguel Villar Mir, presidente de la constructora OHL, y señaló que lo derivó a su sucesor, José Manuel Romay Beccaría. "¿Sabe usted si el empresarió donó esos 300.000 euros al partido?", le preguntaron. "Deduzco que sí, porque recibí una llamada dándome las gracias", repondió.

CASTILLA-LA MANCHA El imputado aportó también el recibo que el entonces gerente del PP de Castilla-La Mancha José Angel Cañas le firmó cuando le entregó 200.000 euros que la constructora Sacyr Vallehermoso donó en el 2007 para "colaborar en la campaña autonómica de María Dolores de Cospedal". La aportación, según el extesorero, se pactó en una reunión que mantuvo Bárcenas con dirigentes manchegos, entre ellos el actual presidente de las cortes de Castilla-La Mancha, Vicente Tirado, y la cúpula de la empresa.

Bárcenas relató que los últimos recibos de las obras de rehabilitación de la sede del PP en la madrileña calle de Génova se pagaron con dinero negro, con el consentimiento del arquitecto e interiorista Gonzalo Urquijo.

Asimismo, Bárcenas relató tres episodios en los que había sido "amenazado" por abogados "vinculados al PP", pero cuyos nombres no quiso revelar por indicación expresa de su letrado. Según el extesorero, un funcionario de prisiones le avisó de que tenía una visita. "Me sorprendió por la hora, infrecuente", aseveró. El recluso, según su relato, fue conducido al despacho del subdirector de Soto del Real y allí le esperaba un letrado que le hizo la siguiente advertencia: "Si hablas, tu mujer irá a la cárcel, y si te callas, nos cargaremos a Alberto Ruiz Gallardón ministro de Justicia". Bárcenas contó que, ante su indignación, lo trasladaron al locutorio, y allí prosiguió su charla.

En otro encuentro, un letrado próximo al PP le ofreció 500.000 euros a cambio de que retirara la demanda por despido improcedente. Y en una cita anterior, otro le pidió que elaborara otra contabilidad B falsa para desmentir la que publicó El País .