La presidenta de Navarra, Yolanda Barcina, no se ha planteado dimitir aunque ha reconocido que se encuentra en "un momento de máxima dificultad" a causa del escándalo de las dietas y después de que el Parlamento foral pidiera ayer su dimisión.

"Si, estoy en un momento de máxima tensión", ha dicho en una entrevista que publica hoy "Diario de Navarra", en la que ha señalado: "Me he sentido muy atacada. Esto es muy duro, pero tengo la conciencia tranquila por haber actuado dentro de la ley".

Al ser preguntada si se plantea dimitir, tras la petición hecha ayer en este sentido por la cámara legislativa foral, la presidenta navarra ha indicado que "no hay nada nuevo que no conociese todo el Parlamento desde 2011".

Sobre si se siente víctima de una cacería política ha respondido: "Sí. Reconozco que soy la pieza a batir en estos momentos. Parece que soy la única persona que ha tomado decisiones en la CAN (Caja Navarra) y nada más lejos de la realidad".

Tras recordar que fue quien suprimió el cobro de dietas, la Junta de Fundadores y ha disuelto los órganos de la caja, la presidenta ha precisado que su decisión de devolver las dietas es "totalmente personal, no hay ninguna obligación legal de hacerlo".

El próximo domingo, Unión del Pueblo Navarro (UPN) celebra un congreso al que Barcina se presenta para seguir al frente de la presidencia de los regionalistas, un cargo que se disputará con el actual presidente del Parlamento foral, Alberto catalán.

Al respecto y al ser preguntada sobre si dimitirá si pierde el Congreso, Barcina ha contestado: "Ya haremos otra entrevista el día 18. De momento, vamos a seguir trabajando".