El barco de Piolín, uno de los dos cruceros convertidos en hoteles flotantes para policías destinados a Cataluña, ya ha zarpado del puerto de Barcelona. Ha empezado a moverse pasadas las 10.30 horas, con más de media hora de retraso sobre el horario previsto.

La presencia de estos dibujos gigantes en el casco -entre los que se encuentra el canario Piolín- ha provocado que coloquialmente se haya bautizado la embarcación como el 'barco de Piolín' o a sus inquilinos armados como 'Piolines'.

Fuentes de Interior aclaran que todos los agentes alojados en este crucero serán reubicados en hoteles catalanes. La intención del gobierno español es ir sacando a los policías de todos los cruceros progresivamente para que pernocten en tierra firme, hasta que llegue la hora de retornar definitivamente a su lugar de origen.

Con motivo del referéndum independentista del 1-O, el Ministerio de Interior desplazó a miles de agentes de unidades de intervención, tanto de la Guardia Civil como del Cuerpo Nacional de Policía (CNP) a Cataluña. La cifra exacta de funcionarios enviados temporalmente para contener el 'procés' se desconoce. Oscila entre los 8.000 y los 10.000 agentes.

Todavía no existe fecha de regreso para estos policías, a pesar de que desde las instituciones catalanas se ha pedido reiteradamente que se marchen. Su estancia aquí ha desencadenado diversos incidentes con la población. Sobre todo durante los días posteriores a las cargas policiales para requisar urnas. Numerosos vecinos de poblaciones como Pineda de Mar o Calella protestaron airadamente esos días frente a los hoteles que alojaban a algunos antidisturbios para pedir su marcha.