Pernando Barrena, portavoz de Batasuna, echó ayer otro pulso a los partidos interesados en la pacificación de Euskadi al negar que este proceso sea "irreversible". "Todas las oportunidades están abiertas y no se pueden dar falsas imágenes de que no hay vuelta atrás", añadió en alusión a un rebrote de la violencia.

El dirigente aberzale insistió en que "no se podrá dar por desaparecido el fenómeno de la violencia" en Euskadi hasta que no termine el "déficit democrático" que, a su juicio, originó ese problema. Barrena está convencido de que el PSOE acabará derogando la ley de partidos, pero ahora lo está posponiendo para retrasar la mesa de partidos.

Las palabras de Barrena sirvieron al PP para desacreditar de nuevo las conversaciones abiertas por los otros partidos y arremeter contra el Gobierno. Para Soraya Sáenz de Santamaría, es la confirmación de que ETA no dejará las armas si no logra sus objetivos. En nombre del PSOE respondió Diego López Garrido, quien dijo que la ley de partidos no será derogada.

Desde Bolivia, la vicepresidenta María Teresa Fernández de la Vega dijo que no comenta "declaraciones de otros partidos y menos de fuerzas ilegalizadas", informa Montse Baldom .

Mientras, la concejal del PP de Cuartango (Alava) Ana Salazar aseguró ayer al fiscal que un exedil de Batasuna participa activamente en los plenos municipales. "Se sienta como un concejal más a mi lado", propone temas que luego son incluidos como mociones y se le da información, denunció Salazar. Aún así, afirmó que "no habla ni vota" y solo interviene en el turno de ruegos y preguntas.