La izquierda aberzale celebró ayer el divorcio de Eusko Alkartasuna (EA) y el PNV e incluso planteó la posibilidad de una colaboración "a largo plazo" con el partido fundado por Carlos Garaikoetxea si tiene "voluntad sincera" de superar el "tope constitucional". La oferta la formularon dos representantes de los herederos de Batasuna, Amparo Lasheras y Joserra Etxeberria, que han formado parte de candidaturas anuladas. Mientras apostaban por un bloque soberanista que impida un "nuevo fraude" del PNV con el Estado, el presidente de EA, Unai Ziarreta, justificó la no reedición del pacto con el PNV en la "involución política" del partido de Iñigo Urkullu.