Batasuna zanjó ayer cualquier especulación en torno a la próxima puesta en marcha de un proceso interno que permitiera su legalización. Ante las insistentes demandas socialistas, que le exigen que se desmarque del terrorismo para permitir su participación en la mesa de partidos en igualdad con las demás formaciones, la coalición radical se mantuvo en sus tesis: el problema es del PSOE, partido que junto al PP puso en marcha la ley de partidos, y a él le corresponde derogar esa norma y encontrar la fórmula que permita la vuelta de la fuerza aberzale a la legalidad. Los socialistas se apresuraron a replicar que no piensan hacerlo.

Un portavoz de Batasuna compareció ayer por primera vez desde la reunión del jueves con los representantes del PSE. Joseba Permach protagonizó una rueda de prensa, celebrada en un hotel donostiarra, para negar que a lo largo del verano vayan a dar pasos como la creación de una nueva marca electoral, con nuevos estatutos, que permita al Gobierno su homologación .

FIRMES ANTE LAS BASES Permach respondía así al llamamiento realizado en ese mismo encuentro por el secretario de los socialistas vascos, Patxi López, que advirtió que no se celebrarán nuevas citas hasta que el partido ilegal acepte las reglas del juego democrático.

Sin embargo, los aberzales han optado por mantener una postura de firmeza, como les piden las bases, ante estas exigencias. Ni siquiera los recientes gestos socialistas les han hecho moverse un milímetro, lo que deja al Gobierno español sin margen de maniobra ante su reiterado compromiso de que no derogará la ley de partidos.

DESCIFRAR EL MENSAJE Con todo, la comparecencia aportó un dato nuevo, aunque fue transmitido en el habitual lenguaje críptico de Batasuna. Permach señaló que no les corresponde realizar en solitario un tránsito "hacia no se sabe qué marco supuestamente democrático", pero sí aceptó que Batasuna se sumara a un movimiento del conjunto de las fuerzas políticas y sindicales vascas que llevara a un nuevo terreno de juego .

En el terreno práctico, Batasuna exige la derogación de la ley de partidos y el reconocimiento de los derechos civiles y políticos de la izquierda aberzale. Se mantiene, pues, en la tesis reiterada de que la responsabilidad sobre esta cuestión es enteramente del partido socialista.

Permach, acompañado del dirigente de su partido Juan José Petrikorena, anunció que su prioridad en verano será mantener nuevas reuniones públicas y privadas con otras fuerzas políticas, incluidos el partido socialista de Navarra y el francés, aunque en estos casos no hay fechas.

EL TIEMPO APREMIA Esta apuesta por aplazar el problema de la legalización corre el riesgo de provocar una situación sin salida, con el horizonte de las elecciones municipales del año que viene. Batasuna ha reiterado en numerosas ocasiones que da por hecho que estará presente en esos comicios, vitales para sus intereses, pero no ha planteado ninguna alternativa plausible que le permita concurrir.

Si los aberzales rechazan constituir una nueva marca electoral, con unos estatutos en los que se desmarquen de la violencia, la disolución judicial de Batasuna viene a hacer imposible que vuelva a ser una formación legal, incluso aunque se derogue la ley de partidos.

RESPUESTA SOCIALISTA El portavoz del PSE, Rodolfo Ares, reiteró la postura oficial de su partido y advirtió que va a mantenerse la vigencia de la ley de partidos. Por consiguiente, reclamó a la fuerza ilegalizada que asuma esta realidad en lugar de generar "falsas esperanzas" entre sus bases. Ares, que participó el jueves en el encuentro con Batasuna y se sumó al tono cordial de la reunión pese a haber sido objetivo de ETA en el pasado, devolvió la pelota a la izquierda aberzale y recordó a sus dirigentes que les corresponde a ellos adoptar las medidas necesarias para recuperar la legalidad.

En esta misma línea, el secretario de política municipal y libertades públicas del PSOE, Alvaro Cuesta, instó a Batasuna a incorporarse a la legalidad.