El comunicado de ETA ha supuesto el pistoletazo de salida para que la izquierda aberzale aumente su presión para lograr la legalización en las elecciones municipales y forales de mayo, pero ante la más que probable negativa del Gobierno, Batasuna prepara el terreno para su plan B . Se trata de hacer un llamamiento a su electorado para que vote por las candidaturas presentadas por Eusko Alkartasuna (EA), socio en los últimos tiempos de Batasuna para todo tipo de acuerdos, y Alternatiba, la escisión de Izquierda Unida en Euskadi. Pasado mañana se dará un paso más en esta estrategia, con la firma de un acuerdo "de largo alcance" que incluye un compromiso con el "rechazo de las expresiones y estrategias violentas". Aralar, que comparte con estas tres fuerzas políticas otras plataformas, no ha sido invitada en esta ocasión. La ausencia no deja de ser significativa, ya que esta formación ha juzgado con más distancia el comunicado de ETA, al reprochar que no ha cumplido con las expectativas.

En sus declaraciones oficiales la izquierda aberzale sigue apostando a fondo por la legalización de la nueva fuerza cuyos estatutos hará públicos hacia final de mes. Su portavoz Txelui Moreno volvió a aplaudir el gesto de la banda y aseguró que el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero admite en privado que el comunicado del lunes tiene "un gran calado e importancia", aunque en público diga lo contrario.

"TRABAS" POLITICAS La izquierda aberzale se ha mostrado muy crítica con el análisis realizado por el PNV del comunicado difundido por la banda. Moreno acusó a su presidente, Iñigo Urkullu, de poner "trabas y boicotear" los cambios que se están produciendo en Euskadi. Urkullu transmitió al presidente Zapatero, en el encuentro que mantuvieron el pasado miércoles por la noche, "la necesidad" de que, si la extinta Batasuna cumple la legalidad, pueda estar presente en las próximas elecciones de mayo. De esta manera, los peneuvistas apostarían por dar luz verde a los estatutos de la nueva formación, que previsiblemente serán presentados este mes, siempre que, como anuncian sus promotores, cumpla la ley de partidos, e independientemente de que ETA deje definitivamente las armas. De igual forma, fuentes del PNV explicaron que Urkullu aconsejó a Zapatero que dé pasos que permitan consolidar los dados por Batasuna, como permitir un acercamiento gradual de los presos de ETA a prisiones cercanas a Euskadi.

LA POSIBLE LEGALIZACION Sin embargo, un portavoz de la Moncloa aseguró que el líder del PNV no pidió al presidente la legalización de los aberzales cuando ambos analizaron ampliamente el camino que queda por recorrer para acabar con ETA y las consecuencias del comunicado. Este portavoz añadió que Urkullu y Zapatero abordaron también la reforma de las pensiones y la ley Sinde (para intentar frenar las descargas en internet). Según fuentes socialistas, los peneuvistas defienden públicamente la legalización de Batasuna, aunque en privado lo hacen con la boca pequeña por dos razones: porque les puede perjudicar en las urnas y porque a sus concejales y alcaldes les preocupa el elemento distorsionador que supone la vuelta de los aberzales. No obstante, el PSOE es consciente de que el PNV potenciará en público su campaña para pedir la legalización y continuar su lucha contra la ley de partidos.

DE PUÑO Y LETRA DE ZAPATERO Diversas fuentes, del Gobierno y del PSOE, explicaron que el Ejecutivo estaba al tanto del contenido del comunicado de la banda con varios días de antelación gracias al acoso al que los terroristas están sometidos por parte de la policía y la Guardia Civil. En este sentido, esas fuentes aseguran que el vicepresidente y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, llevó ya preparada la reacción del Gobierno, por si acaso, al mitin que dio el domingo en Gijón. Fue la respuesta oficial que ofreció el lunes, día que finalmente salió el mensaje de ETA.