El dirigente de Batasuna en Navarra Pernando Barrena contestó ayer al emplazamiento que el viernes dirigió el presidente del Gobierno a la fuerza ilegalizada para que haga más y hable menos. Barrena reconoció que la izquierda aberzale puede "hacer más" en favor del proceso de paz pero, de todos modos, y aún confesando que quieren rescatar el proceso de la "vía muerta", a la que lo han llevado, dijo, los socialistas, insistió en echar la culpa al Gobierno de Zapatero.

Barrena justificó la crudeza que desde hace días emplean los diversos dirigentes de Batasuna a la hora de definir el estado de la cuestión. Durante la presentación en Pamplona de lo que serán las bases de su programa municipal para la capital navarra, dijo que si lanzan avisos y mensajes es porque quieren "hacer funcionar" el proceso de paz.

En esa voluntad escudan la convocatoria para el próximo miércoles, día 20, de una jornada en favor de la autodeterminación. Batasuna confía en que sus seguidores demuestren ese día una apuesta clara a favor del proceso y desde medios políticos se considera que, a partir de ese momento, el partido ilegalizado podría relajar la tensión del discurso que ha mantenido.

Fuentes próximas al Gobierno vasco dan por seguro que esa distensión dialéctica podría aliviar la preocupación ante los rumores que, de manera insistente, han apuntado a una posible ruptura del proceso.

No se descarta incluso que los movimientos que, desde la más absoluta discreción, va llevando a cabo el Gobierno de Zapatero para preservar positivamente las expectativas de paz tuvieran resultados positivos.

FUTURA MESA DE PARTIDOS Además, los partidos vascos mantienen también activos sus contactos con la finalidad de alentar la consecución de un preacuerdo sobre la futura mesa de partidos. De hecho, se espera de que en los próximos días pueda celebrarse un nuevo encuentro a tres bandas (PNV, PSE y Batasuna) que permita recuperar el consenso logrado durante la primera quincena de noviembre.

La persistencia de los actos de kale borroka se ha convertido, no obstante, en un pesado obstáculo para retomar las reuniones. Ayer mismo, un grupo de encapuchados prendió fuego a un autobús a primera hora de la mañana en Bilbao. Cuando el vehículo de transporte urbano llegó al final de su trayecto en el barrio de Santutxu, los radicales obligaron al conductor a descender del vehículo y lanzaron a su interior varios artefactos y líquido inflamable. El incendio afectó a tres vehículos más.

El alcalde de la capital vizcaína, Iñaki Azkuna (PNV), advirtió de que no hay ningún proceso de paz que pueda aguantar "con violencia callejera todos los días" y pidió "bemoles" a los integrantes de la izquierda aberzale para que reconozcan que con kale borroka no se podrá avanzar.

También representantes de todos los partidos, menos de Batasuna, condenaron el ataque poco antes de tomar parte en el acto que Gesto por la Paz celebró en Bilbao para arropar a las víctimas de la violencia.

El manifiesto leído por la coordinadora pacifista advirtió de que abandonar a las víctimas sería cometer con ellas un nuevo acto de violencia y añadir más injusticia al "ultraje" sufrido.En el acto participó la directora de Atención a Víctimas del Gobierno vasco, Maixabel Lasa.