El expresidente del Gobierno de Baleares José Ramón Bauzá renunció ayer al acta de senador y se dio de baja del PP tras 20 años como militante. En una carta de cuatro páginas enviada a los medios de comunicación, Bauzá (Madrid, 1970) aseguró que lo hace porque considera que su partido ha «catalanizado» las islas y ha «sembrado nacionalismo» en ese territorio. En un párrafo que disgustó a la cúpula de Génova, el exdirigente acusa a Pablo Casado de hacer y decir cosas distintas, «al menos en el caso de Baleares» y la lengua. En la dirección nacional lamentaron su salida, pero rechazaron las críticas.

Fuentes de Vox y Cs negaron haber mantenido conversaciones con Bauzá para ficharle. El afectado no tiene, por ahora, ninguna oferta para integrarse en las listas de esas dos formaciones para las autonómicas de mayo, aseguraron portavoces de los dos partidos. El exdirigente escribió en Twitter horas después que su intención es «volver» a la sociedad civil «para seguir defendiendo lo mismo como un simple farmacéutico mallorquín».

En la carta, el hasta ahora senador carga contra el «regionalismo» de su partido y lo acusa de haber «sembrado y regado un nacionalismo que la izquierda no ha necesitado más que explotar». Bauzá empezó a liderar el PP en las islas en el 2009 y desde ese momento y después, como presidente de la comunidad, entre el 2011 y el 2015, defendió «hasta la extenuación la unidad de España» y la «descatalanización de las islas Baleares», subraya por escrito. Se queja de que los dirigentes del PP balear que le antecedieron y le sucedieron, en cambio, han ayudado al crecimiento del sentimiento nacionalista. Como ejemplo, señala que fue un Ejecutivo popular el que estableció «el denominado decreto de mínimos», para garantizar el modelo de inmersión lingüística en catalán, medida que él reformó cuando llegó al Gobierno.

En mayo del 2015, Bauzá ganó las elecciones, pero no pudo gobernar ante la alianza del PSOE, Podemos y los econacionalistas de Més. En julio fue elegido senador por designación autonómica y ese mes dimitió como líder de los populares de Baleares por la debacle electoral (de 35 a 20 escaños). Su decisión culmina meses de enfrentamientos con la nueva dirección de Biel Company.

CRÍTICAS «INJUSTIFICADAS» / El PP no tardó en reaccionar. Génova aseguró que el expresidente balear no había expresado nunca esas críticas «injustificadas» en los órganos internos. La dirección lamentó que Bauzá no estuviera atento al discurso que hizo Casado el pasado domingo en la convención del partido, cuando declaró su intención de acabar con «el adoctrinamiento nacionalista y el dogmatismo de izquierda».

Sin embargo, Bauzá reconoce en su carta que le gustan «muchas cosas» que escucha a Casado, pero añade que no ve traducción en los hechos: «Desgraciadamente, al menos en el caso de Baleares, sus palabras y sus acciones van en caminos opuestos». Y pone ejemplos. Se queja de que la dirección actual del PP balear reniegue de la ley de símbolos que él aprobó como presidente autonómico, apoye la subvención de rótulos en catalán, defienda que sea un requisito en el acceso a la función pública y niegue que exista «adoctrinamiento» en las islas.