La Guardia Civil tuvo conocimiento el 20 de febrero del 2003, es decir, un año antes del atentado, de que uno de los implicados en el 11-M, Antonio Toro, estuvo en Madrid intentando vender explosivo goma-2. Así consta en un informe secreto de ese cuerpo revelado ayer a la comisión parlamentaria que investiga los atentados.

Según el informe, Toro negociaba la venta de los 150 kilos de dinamita que fueron utilizados el 11-M o, preferiblemente, su intercambio por drogas. En concreto, un kilo de cocaína por cada ocho cartuchos de dinamita.

Además, la comisión estudió documentos de Europol que venían avisando de un riesgo de ataque de Al Qaeda dos meses antes del 11-M, sobre todo tras los atentados de de Casablanca (Marruecos).

EL JUEZ RIÑE A UN DIPUTADO El juez de la Audiencia Nacional Juan del Olmo decidió ayer devolver al diputado del PP Jaime Ignacio del Burgo, miembro de la comisión de investigación del 11-M, el cuestionario que realizó al confidente Rafá Zuher, imputado por los atentados de Madrid. El juez, sin embargo, ha guardado en un sobre sellado una copia del cuestionario para "no desprenderse de un elemento que en un futuro pudiera ser analizado"

Del Olmo afirma que el respeto a las normas "no le permite aceptar" la entrevista remitida por Del Burgo.