Bildu dio ayer la campanada. La coalición soberanista se confirmó como la primera fuerza en Guipúzcoa con resultados muy solventes en Vizcaya y Alava que engulleron hasta casi su desaparición municipal a fuerzas minoritarias como Aralar y Ezker Batua. Mientras, el PNV logró salvar la cara en Vizcaya; el PP pudo confirmar su sueño de recuperar la supremacía en Alava y el PSE, en claro retroceso, mantuvo a duras penas algunos de sus feudos tradicionales dejando abierta la vía de pactos a varias y complicadas bandas.

La redestribución del mapa político vasco confirmó las posibilidades de juego del nuevo actor que dirigirá más de un centenar de municipios, la mayoría de pequeño tamaño pero algunos de ellos de singular simbolismo como Gernika (Vizcaya) o Arrasate (Guipúzcoa). Además, la entente que suma a la izquierda aberzale con Eusko Alkartasuna y Alternativa, está en situación de optar a la presidencia de la diputación guipuzcoana al lograr 22 de los 51 escaños en las Juntas Generales, seguido a distancia del PNV con 14 y del PSE con 10. Además, Bildu con 8 ediles en San Sebastián, podría disputar de tú a tú la alcaldía de San Sebastián al socialista Odón Elorza (7), que para mantenerse tendrá que buscar una alianza con el PP (6) o con el PNV (6).

El segundo éxito de la jornada se lo adjudicó el PP. Los seguidores de Antonio Basagoiti también salieron airosos en Euskadi al retener sus apoyos en Vizcaya y Guipúzcoa y recuperar el primer puesto en Alava, donde podría hacerse con el control de la capital desalojando al actual alcalde socialista Patxi Lazcoz. El PP también podría incluso controlar la diputación foral alavesa si el PSE le mantiene como socio preferente y refuerza así la continuidad del actual Gobierno vasco de Patxi López.

DESCONTENTO Precisamente el lendakari no tuvo anoche especiales motivos de contento, De hecho, evitó comparecer y fue el portavoz parlamentario, José Antonio Pastor, el que reconoció que pagaban "el desgaste" del PSOE con unos malos resultados. No solo perdieron fuerza en las capitales y en las juntas generales, sino que se difuminó su papel predominante en Euskadi al pasar a un cuarto lugar.