A pesar de que solo tiene unos meses de vida como coalición electoral, Bildu empieza a emular algunos tics de los partidos tradicionales. Por ejemplo, el de intentar instrumentalizar a su favor movimientos ciudadanos apolíticos como el que están protagonizando los acampados en diferentes capitales españolas desde el pasado 15 de mayo.

En su balance de la campaña electoral, el coordinador de Bildu, Oskar Matute, dijo ayer que existen "similitudes importantes" entre las ideas de la entente aberzale y el movimiento de los indignados. También pidió "respeto" por un fenómeno al que asiste con "ilusión".

"Nuestra denuncia de la democracia de cartón piedra, de la falsamente representativa, es un elemento que compartimos con esa realidad que está surgiendo, como también la crítica al sistema y a los partidos políticos que se mueven plácidamente gestionando ese sistema", añadió Matute. Y tras ello negó la mayor y rechazó que su partido entre "en el juego de la utilización partidista" de los manifestantes.