El ministro de Defensa, José Bono, visitó ayer por sorpresa a las tropas españolas en Diwaniya (Irak) y evaluó con los generales José Enrique de Ayala, segundo jefe de la división CentroSur, y José Muñoz, jefe del contingente, los preparativos del repliegue. Fuentes militares en la zona solicitaron discreción sobre las fechas, pero señalaron que la salida de Diwaniya se realizará entre esta semana y la próxima, lo que permite afirmar que el 24 de mayo habrá culminado. La fecha límite establecida por el Gobierno era el 27 de mayo.

El ministro viajó acompañado por el jefe del Estado Mayor de la Defensa, almirante Antonio Moreno Barberá, algunos colaboradores y un reducido séquito de periodistas. Volaron desde Madrid a Kuwait la noche del sábado y se trasladaron a Diwaniya (Irak) en dos helicópteros. Ya en Base España, el ministro fue informado del repliegue.

MISION IMPOSIBLE En la reunión con los mandos, el general Ayala reconoció que la misión de paz y ayuda a la reconstrucción del país que había sido encomendada al contingente español se quebró tras la intervención norteamericana en Nayaf contra los guerrilleros del clérigo shií Moktada al Sadr. La refriega se saldó con 20 muertos iraquís, un soldado estadounidense y otro salvadoreño. Desde ese momento, reconoció el general, la misión se quebró y ha sido imposible de realizar, pues los soldados españoles, dijo, no habían sido enviados como fuerza de ocupación ni de interposición entre rivales.

ALMUERZO Y MENSAJE El ministro almorzó con los 1000 soldados que integran el contingente. Fue un rancho copioso, con ensalada, entremeses, garbanzos duros, asado de cordero y postre. Bono tuvo oportunidad de saludar a dos militares de su tierra, uno de Chinchilla (Albacete), a cuyo padre conocía, y otro de Toledo. En su alocución, dio ánimo a los soldados, les transmitió el aprecio de la sociedad, un saludo del rey Juan Carlos y otro del presidente del Gobierno.

Durante la estancia del ministro, que salió hacia Kuwait tras el almuerzo, no se registraron disparos contra la base. Antes de regresar a Madrid, condecoró al jefe del Ejército kuwaití, Abdulsamad Bousheri.