El nuevo presidente del Congreso de los Diputados, José Bono, ha asumido hoy su cargo con la promesa de atender a todos por igual, especialmente a las minorías, y de ser justo, convencido de que la principal regla de esta Cámara es que "nadie es más que nadie". "En ser justo es en lo que comprometo el honor que hoy me otorgan", ha subrayado Bono en un discurso con el que ha dado por constituida la Cámara Baja y en el que ha pedido la "indulgencia" del resto de diputados por los errores que pueda cometer, sobre todo al principio de su mandato, y ayuda para un pronto aprendizaje.

Tras advertir a los diputados de la necesidad de cumplir con rigor su deber, ha dicho que la obligación del presidente empieza por "serlo de todos, cualquiera que haya sido la confianza otorgada", y atender "con solicitud a todos por igual, especialmente a las minorías". El ex ministro de Defensa, respaldado en votación secreta por la mayoría simple de 170 de los 350 diputados de la Cámara Baja, ha insistido en que "nadie es más que nadie" en el Congreso y en que cada uno de "tiene el mismo valor que su vecino o adversario".

Por eso, ha juzgado que el carné de un partido no añade a nada a quien lo tiene, sino que es "la conducta personal la que honra o deshonra el carné que posee". "La diversidad y diferencia entre los otros, que existe y es evidente, es un hecho, pero la igualdad es el derecho principal, ha resaltado. Agradecido por la confianza que han depositado en él quienes le han respaldado, Bono se ha propuesto ganarse la confianza de quienes no han puesto su nombre en la papeleta de la votación.

Con el respeto que le merece la soberanía nacional, cuyo titular es "el pueblo español", el ex ministro de Defensa ha admitido que llega al cargo con las reservas de quien desconoce el oficio y "sintiéndose muy lejos entre muchos expertos". Y aunque no se ha atrevido a pedir a los diputados que mantengan una conducta ejemplar, sí les ha animado a tomar ejemplo de la sociedad española, que tiene "múltiples identidades", que es permisiva, solidaria y generosa, ha dicho. "Imitemos a la sociedad a la que representamos, tratemos de igualarla en lo que tiene de tolerante, respetuosa y educada", ha emplazado a los parlamentarios, y ha añadido que, de esa manera, los españoles no tendrán motivos para sentir rechazo por la conducta de sus representantes.

Para el nuevo presidente de la Cámara Baja, el tumulto "nunca conduce al progreso", y no hay "mejor camino para progresar" que la palabra como única vía para dirimir las discrepancias. Bono, el primer presidente de las Cortes en la historia de la democracia elegido en segunda vuelta, ha tenido palabras de homenaje para el fallecido Gabriel Cisneros, uno de los "padres de la Constitución", y para el diputado socialista Alfonso Guerra, que lleva en las Cortes ininterrumpidamente desde 1977, lo que ha levantado sendas ovaciones en la Cámara.

También ha recordado al ex presidente del Congreso Landelino Lavilla, con quien él fue secretario cuarto y cuyo trabajo espera poder imitar, y a su inmediato antecesor en el cargo, Manuel Marín, que "tanto se esforzó en su labor". José Bono ha finalizado su discurso repitiendo sus palabras de ayuda para la nueva Mesa del Congreso y de manera singular para él, antes de anunciar que hoy mismo informará al Rey de la Constitución de la Cámara Baja.