El ministro de Defensa, José Bono, está frenando desde hace varios meses los planes del Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), Félix Sanz Roldán, de ampliar la presencia militar en Afganistán. La última disparidad de criterios quedó patente el jueves pasado cuando Sanz Roldán anunció que la ampliación de la Fuerza Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) para las zonas del sur y del este de Afganistán "afectará en algo" al contingente español, y Bono mantuvo su palabra de no aumentar el batallón desplegado cerca de la ciudad de Herat y en la localidad de Qala-i-Naw.

Los jefes del Ejército deseaban incrementar la experiencia y los ascensos que podían derivarse de ocupar el mando rotatorio de la ISAF en Afganistán, que le correspondía a España en el primer semestre del 2007, pero Bono no es partidario de incrementar los riesgos de los soldados españoles en ese país.

MISION INDEFINIDA Bono justificó en febrero pasado ante sus colegas de la OTAN la decisión de no asumir el mando de la ISAF, que hubiera supuesto el aumento del contingente hasta 2.000 soldados, diciendo que el esfuerzo español ya es muy alto. Pero los mandos partidarios de mantener el compromiso suscrito en el 2003 por el Gobierno del PP no ocultan en privado su contrariedad, y señalan que la dirección de la ISAF podría suponer la salida definitiva de Afganistán después de seis meses.

La línea del Gobierno de mantener una presencia de bajo perfil, con 590 soldados entre la base avanzada de Herat y el equipo de reconstrucción de Cala-i-Naw, prolonga indefinidamente la misión. El Ejecutivo descarta un incremento del contingente para que las tropas de la ISAF vayan sustituyendo a las norteamericanas en el sur y el este del país.

En esta decisión no pesa sólo la obligación de evitar riesgos a los soldados, sino también cierto reproche a los norteamericanos por obstaculizar el contrato de venta de aviones CN-235 a Venezuela y de suministro de cuatro helicópteros Chinook a Libia.

AJUSTES PENDIENTES Más allá de la decisión política de no asumir nuevos cometidos en Afganistán, el JEMAD ha explicado que habrá cambios en todos los escenarios en los que participa España. Los ajustes, entre los que figura la retirada de los 200 infantes de marina de Haití el 4 de abril, la evaluación de la situación en Bosnia y en Kosovo y los reajustes en Afganistán, se recogerán en un informe que Sanz Roldán elevará al ministro Bono.

En Bosnia la situación es "muy estable" y no se esperan cambios; en Kosovo se sigue a la espera de la decisión de la comisión interna sobre la posible independencia de Serbia. Y en Afganistán se pueden plantear "modificaciones del despliegue, aumento del número de soldados o simplemente, seguir como estamos", según el JEMAD.