El presidente del Congreso, José Bono, ha señalado que no desea "el mal a nadie y mucho menos a un amigo" por el que tiene "aprecio" como es el caso de Garzón. Bono ha comentado que el Tribunal Supremo es el que "tiene que tomar la decisión" respecto al juez y se deben "respetar las decisiones que se tomen", pero ha añadido que "es muy bueno que los tribunales se hagan respetar utilizando el sentido común".

Bono ha afirmado hoy que "no hay que creer en los jueces" porque "se cree en Dios, al que no se ve" y ha comentado que "a los jueces les pasa como a los dentistas que cuando sacan una muela que no es la que duele, hay que decir al vecino que no vaya a ese dentista".

José Bono se ha referido así al ser preguntado por la posibilidad de que se esté rompiendo el espíritu de la transición tras acrecentarse las críticas entre la derecha y la izquierda después de que el Tribunal Supremo (TS) decidiera juzgar a Baltasar Garzón por su intento de investigar los crímenes del franquismo.

DIVISIÓN EN LOS PARTIDOS

El exsecretario general del PCE, Santiago Carrillo, ha asegurado hoy, acerca de la expresión social a favor y en contra de la posible inhabilitación del juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón, que en cualquier caso "la calle está menos dividida que los políticos y los medios de comunicación".

Santiago Carrillo ha expuesto, sobre si la derecha será capaz de inhabilitar a Garzón o si la izquierda conseguirá salvarle, que "eso no algo muy difícil de contestar", puesto que "es la derecha la que va a resolver la cuestión, porque es el Tribunal Supremo".

MANIFESTACIÓN EN MADRID

Por su parte, el exportavoz del Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) y magistrado de la Audiencia Nacional Enrique López ha calificado hoy de "grave" la manifestación del sábado en Madrid que pretende "exigir a un tribunal que haga aquello que no debe hacer", que es "negar la división de poderes". En este sentido, se ha mostrado confiado en que los magistrados del Tribunal Supremo no se dejarán influir.

López ha criticado que, en este caso, se está produciendo "una clara maniobra de radicalización de posturas" en la que cree que "no se debe caer" porque es algo "sin precedentes" en la democracia española. Asimismo, sobre la posibilidad de que el Supremo cediese a la presión, algo que, a su juicio, no va a suceder, sería "lo más grave" que se puede hacer en un Estado de Derecho.