El ministro de Defensa, José Bono, avivó ayer las brasas al pedir a Pasqual Maragall, de nuevo y en los mismos términos que el martes, que "cambie de actitud", deje de "generar problemas y ayude a resolverlos". Y añadió que José Luis Rodríguez Zapatero "es más querido en Cataluña" que Maragall.

Las palabras de Bono no fueron espontáneas: las llevaba anotadas en una cuartilla. Pasqual Maragall no quiso meter baza. El ministro de Administraciones Públicas, Jordi Sevilla, le dio su apoyo. Sevilla se desmarcó de lo dicho por el titular de Defensa y dijo no compartir "la visión de Bono" sobre Maragall.