El presidente del Congreso, José Bono, se manifestó ayer partidario de impulsar una reforma de la ley electoral para "disminuir el poder" de las cúpulas de los partidos sobre los diputados elegidos e instó a los políticos a no tener "miedo" de confrontar su opinión con su líder, le guste o no a éste. En un desayuno-coloquio organizado en Barcelona por el Fórum Europa, Bono apostó por cambiar a fondo la "estructura" de los partidos y modificar un sistema electoral que "conduce a reforzar el poder de la cúpula de los partidos, cuando no de uno, dos o tres dirigentes". El dirigente socialista no concretó cuál sería la mejor fórmula para corregir esta tendencia, aunque sí señaló que implantar un sistema de listas abiertas no resolvería el problema.

Según Bono, se debería lograr que "los electos se encuentren más cerca de los elegidos", de manera que "para cualquier diputado que aspire a continuar sea más rentable ganar el favor de los electores que el del jefe de filas que hace las candidaturas". Y enlazó esta idea con su encendida defensa del derecho a la "autonomía" de los políticos respecto a sus líderes.