El presidente de la comunidad de Castilla-La Mancha, el socialista José Bono, se mostró ayer a favor de recurrir incluso a la fuerzas de seguridad del Estado para frenar el plan soberanista de Juan José Ibarretxe y evitar que se celebre el referendo previsto por el lendakari. Bono propuso que "la Guardia Civil, la policía o los jueces" impidan que se llegue a votar la consulta.

El dirigente socialista calificó el plan del PNV de "golpe de Estado contra la Constitución", además de calificarlo de "rancio, inmoral e insolidario", y agregó que hay que combatirlo con la aplicación de la ley. "No hay que llegar a votar en contra, hay que impedir que se vote", afirmó.

JUECES A LA ALTURA

A juicio de Bono, el referendo debe ser abordado como cualquier actuación ilícita y subrayó que espera que los jueces y los tribunales "estén a la altura que los españoles exigen y necesitan, es decir, que administren justicia".

En ese sentido, el presidente castellanomanchego aludió a la presión que sienten los jueces por parte de ETA y su entorno: "Que administren sus miedos, pero que administren justicia. Todos tenemos miedo porque es humano, y los jueces no son señores o señoras que vivan en Marte, viven en el País Vasco y tienen miedo de que les maten si no son nacionalistas, pero no por eso han de dictar sentencias favorables a planteamientos contrarios a la Constitución, ya que han jurado cumplir y hacer cumplir la ley".