Fue un pleno tan inusual, con vetos cruzados, salidas del hemiciclo e inhibiciones de votos, que incluso la RAE tuvo su papel. Al llegar a la votación de la reforma, Bono señaló que había que reformarla. Dijo: «Señorías, esta presidencia ha observado que en el tercer párrafo del artículo 135.3 del contenido de esta propuesta, se incluye una expresión que dice: ''En relación al producto interior bruto del Estado''.

Comprobado el diccionario usual de la Real Academia y puesto en contacto con el director de la misma, el señor [José Manuel] Blecua, ha contestado que se trata de una incorrección. Propongo que se diga ''en relación con el producto interior bruto''. ¿Alguien se opone? Queda aceptada». A poco estuvo la Carta Magna de albergar este error lingüístico.