El ministro de Asuntos Exteriores, UE y Cooperación, Josep Borrell, ha subrayado este lunes que, si el Gobierno central tiene que volver a negociar algo con el independentismo catalán, deberá exigir "lealtad constitucional y neutralidad de las instituciones" y no solamente "responder a las exigencias de la otra parte".

"Hasta ahora, siempre que hay una negociación solamente se escuchan las reivindicaciones del independentismo, pero también habrá que empezar a hablar de las reivindicaciones de la parte estatal", ha dicho durante un desayuno informativo organizado por la Cámara de Comercio Americana en España.

Después, en declaraciones a los periodistas, ha evitado valorar el hecho de que, en las elecciones generales, el PDeCAT haya optado por candidatos más cercanos al expresidente Carles Puigdemont y menos dispuestos al diálogo con el Gobierno central: "Ellos sabrán", ha zanjado.

"CAMPAÑA DE DESPRESTIGIO"

El ministro ha precisado que en esa "lealtad constitucional y neutralidad de las instituciones" que hay que exigir están incluidas la "neutralidad de los sistemas de comunicación públicos", que "el castellano sea una lengua que no esté postergada" y que "cese la campaña de desprestigio que las llamadas delegaciones de la Generalitat están haciendo todos los días contra España".

Sobre este asunto, ha asegurado que el Ministerio de Asuntos Exteriores "trata de hacer todo lo que puede para contrarrestar" esa campaña, pero ha dejado claro que el asunto no es tratar de responder a ella, sino que "no debería ocurrir".

Borrell ha respondido así a la preocupación del presidente de la Cámara de Estados Unidos en España, Jaime Malet, que se ha preguntado qué se puede hacer para que las comunidades autónomas -no solo Catalunya- dejen de usar las televisiones y las radios públicas, las oficinas comerciales y otros instrumentos para "vender la idea política del régimen que está gobernando esa comunidad autónoma".

"Seguramente hay motivos suficientes para ir al Tribunal Europeo de Derechos Humanos y plantear quejas por el uso que se está haciendo de las instituciones públicas en beneficio de una única visión", ha dicho también Borrell.