La Comisión Europea afirmó ayer que el conflicto vasco es, "por el momento, una cuestión nacional", aunque si la situación cambia y España pide que el Ejecutivo comunitario juegue un papel, sería "una situación diferente". Lo dijo la portavoz de la Comisión, Pia Arhenkilde, quien, sobre la posibilidad de enviar observadores internacionales a una mesa de diálogo en Euskadi, añadió: "De momento no hay demanda de nadie, si recibiéramos la petición, la estudiaríamos; por ahora, no tenemos peticiones".

La Comisión tiene un programa de fondos estructurales llamado Peace relacionado con el proceso de paz de Irlanda del Norte.