ETA está viviendo "los peores meses de su historia". Con esta inusual contundencia se expresó ayer el ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, un hombre poco dado a los juicios triunfalistas. El ministro tenía en esta ocasión razones para la celebración. La detención en Francia de Ibon Gogeaskoetxea, considerado el máximo responsable de la banda, y de otros dos etarras --entre ellos, Beinat Aginagalde, presunto asesino del exconcejal socialista Isaías Carrasco y del empresario Ignacio Uria-- no solo dejó descabezada a la organización terrorista, sino que frustró un atentado inminente (posiblemente, un secuestro) y engrosó una estadística palmaria: en lo que va de año, han sido arrestados 32 miembros de ETA y han sido aprehendidos 2.000 kilos de material para fabricar explosivos. Con estos datos, enero y febrero se convierten, casi seguro, en los dos peores meses de la historia de la banda terrorista.

En la operación policial que condujo a la detención de Ibon Gogeaskoetxea y sus dos secuaces participaron el servicio de información de la Guardia Civil y la dirección central de información interior de la policía francesa. Los arrestos tuvieron lugar ayer por la mañana en Cahan, un municipio de la Baja Normandía (norte de Francia) en el que los etarras habían alquilado una casa rural. El propietario del inmueble desconfió de los tres hombres españoles con acento vasco y trasladó sus sospechas a la policía francesa, que comprobó que la documentación utilizada por los terroristas para alquilar la casa era falsa. En coordinación con agentes de la Guardia Civil destinados en Francia, los gendarmes diseñaron un discreto dispositivo de vigilancia alrededor de la casa, que permitió comprobar cómo uno de los vehículos utilizados por los inquilinos, un Peugeot 407 SW, tenía las matrículas duplicadas.

ULTIMAS CONSIGNAS En el momento de la detención, Ibon Gogeaskoetxea, que accedió a la cúpula de ETA tras la detención de Francisco Javier López Peña, Thierry , en mayo del 2008, se hallaba reunido en la casa con los otros dos terroristas, que formaban parte de un comando especial que se disponía a entrar en España "con las peores intenciones", según apuntó el ministro Rubalcaba. Gogeaskoetxea había convocado una reunión para dar a los dos hombres las últimas instrucciones sobre el atentado terrorista que se disponían a per-

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