En una tela de araña como la tejida por Al Qaeda, los individuos que funcionan como coordinadores entre las diferentes células terroristas tienen una relevancia esencial y su captura es una obsesión para las fuerzas de seguridad. Ayer, el Cuerpo Nacional de Policía detuvo a uno de ellos. Se trata del marroquí Omar Najcha, un joven de 23 años que presuntamente dirigía las células de envío de muyahidines a Irak desmanteladas el martes, coordinaba el ingreso en células europeas de combatientes procedentes de Irak y habría organizado la huida de España de tres autores del 11-M.

Agentes de la Comisaría General de Información detuvieron ayer a Najcha mientras caminaba por las calles de Santa Coloma de Gramenet (Barcelona). Su arresto se produjo después de que se hubiera detectado su presencia en España.

Según fuentes policiales, Najcha era el "terrorista más buscado en Cataluña". El detenido aparece en "casi todas las investigaciones importantes antiterroristas que se han llevado a cabo en Cataluña". Esas fuentes sostienen que es el cabecilla que logró escaparse de la operación Tigris llevada a cabo en Santa Coloma en junio del 2005.

CUATRO REGISTROS Najcha fue trasladado a la Comisaría de Información en Madrid. De madrugada, la policía efectuó cuatro registros en Santa Coloma y Badalona, durante los que se incautó documentación.

Según la policía, este joven originario de la localidad marroquí de Al Kasar Kebir dirigía las dos células que, en el marco de las operaciones Camaleón y Génesis, fueron desmanteladas el martes. En total, 20 personas --15 marroquís, dos españoles, un argelino y un turco-- fueron detenidas en Vilanova y Sant Boi (Barcelona), Madrid y Lasarte (Guipúzcoa) por su presunta participación en una red dedicada al reclutamiento y envío a Irak de terroristas suicidas.

Interior señaló que Najcha era "el encargado de dar el visto bueno al traslado desde España a personas para que se integraran en los grupos iraquís, bien como combatientes o como terroristas suicidas". El detenido les proporcionaba dinero y documentación falsa para viajar hasta Siria e infiltrarse en Irak. Según la policía, Najcha era "el puente" entre las células en Europa y la dirección terrorista en Irak, es decir, el terrorista Abú Musab Zarqaui, a quien enviaba kamikazes. La investigación apunta a que esas células tenían ramificaciones en Francia, Bélgica, Holanda, Argelia, Marruecos, Turquía, Siria e Irak.

Najcha coordinaba el regreso a Europa de combatientes de Irak. El detenido les proporcionaba documentación y les decía en qué células de Europa debían integrarse. Las fuerzas de seguridad consideraban que el regreso a Europa de combatientes en Irak era una de las mayores amenazas terroristas.

La policía también acusa a Najcha de ayudar a huir de España a tres de los autores del 11-M. Desde Bélgica, donde residía, utilizó presuntamente a sus células en España y el resto de Europa para permitir la fuga de Mohamed Afalah, Mohamed Belhadj y Daud Uhnan a través de Holanda y Siria. Según la investigación, la red de radicales que les ayudo en la huida formaría parte de la estructura en Europa del Grupo Islámico de Combatientes Marroquís (GICM).

VIAJE AL SUICIDIO Belhadj y Uhnan siguen en paradero desconocido, y se cree que Afalah se suicidó en Irak. El hilo de las redes que enviaban terroristas a Irak ha permitido descubrir a Najcha, pues fue Larbi Ben Sellam, un marroquí detenido en la operación Tigris, en junio del 2005, quien declaró que habría organizado el viaje de los tres huidos.

La importancia que la policía dio a la detención estuvo avalada por el ministro del Interior, José Antonio Alonso, pero no fue compartida por fuentes de la Guardia Civil y el Centro Nacional de Inteligencia (CNI), que relativizaron el papel del detenido y dijeron no tener constancia de que participara en el 11-M.