El ministro de Trabajo y Asuntos Sociales, Jesús Caldera, ha asegurado que la decisión de Senegal de no autorizar anoche el aterrizaje en su territorio a dos vuelos procedentes de Fuerteventura con 100 inmigrantes ilegales que iban a ser repatriados supone "un aplazamiento" porque --ha recordado-- el ministro senegalés de Interior, Ousmane Ngom, "confirmó la aceptación de las repatriaciones". En declaraciones a la Cadena SER, Caldera ha pedido "la máxima discreción" y "entender lo delicado" de las repatriaciones debido a la opinión pública senegalesa, que, como la de otros países de origen de la inmigración ilegal, ve de modo "muy crítico estos procesos de repatriación". El ministro ha asegurado que el Gobierno pide constantemente al Ejecutivo senegalés que cumpla sus compromisos, pero ha precisado que lo hace "desde un plano de cooperación y de respeto institucional", porque ésta es, bajo su punto de vista, "la única manera de avanzar". No piensa dimitirCaldera ha destacado que en estos momentos se producen repatriaciones "exitosas" desde España a Marruecos, Mauritania y a Mali y ha afirmado que el Gobierno está trabajando "con toda intensidad, desde el plano europeo y nacional, para solicitar del Gobierno de Senegal la aceptación" de estas repatriaciones. Preguntado si se había planteado dimitir, ha contestado que "por supuesto que no", y ha señalado, con respecto a las críticas recibidas por el Gobierno desde el Ejecutivo canario, que algunas de esas críticas son "injustas" e "infundadas". Caldera ha asegurado que el Ejecutivo central está "volcado" en solucionar el "grave" problema de la inmigración ilegal.