El ministro español del Interior, Antonio Camacho, minimizó las diferencias entre el gobierno vasco y el español sobre un posible acercamiento condicionado de presos de ETA, y dijo que tanto uno como otro "lo que en este momento piden a la banda es que cese definitiva e irreversiblemente el uso de la violencia y eche el telón a 50 años de actividad criminal".

En unas declaraciones en Rabat, donde realizó una breve visita para reunirse con su colega Taieb Cherkaui, Camacho eludió comentar la propuesta del lehendakari Patxi López de un futuro acercamiento de presos de ETA.

El lehendakari se ha mostrado partidario del acercamiento de los presos si ETA abandona definitivamente las armas, y ayer el ministro de Justicia, Francisco Caamaño, abrió la puerta a estudiar "con la ley en la mano" esa propuesta.

Camacho interpretó así las palabras de López: "Dijo que cuando ETA desaparezca, cabría reflexionar sobre determinadas cuestiones", y añadió que su opinión debe ser tenida en cuenta "porque representa a un número importante de ciudadanos vascos".

Camacho eludió dar su opinión personal sobre si tal acercamiento es o no deseable, aun con ciertas condiciones, y se limitó a subrayar la sintonía del gobierno central con el autonómico vasco que preside Patxi López.