El runrún sobre la crisis abierta en el PP valenciano a raíz del caso Gürtel y las posibles consecuencias para el liderazgo de su presidente, Francisco Camps, continúa, por mucho que Mariano Rajoy haya salido en su defensa y a darle apoyo explícito. Así las cosas, Camps, para intentar acallar esos molestos ecos de fractura interna y, de paso, escenificar ante la opinión pública que vuelve a tomar la iniciativa, eligió ayer al juez Baltasar Garzón como objetivo de sus reproches: anunció que planteará una queja contra el magistrado ante el Consejo General del Poder Judicial (CGPJ) por no haber remitido al Tribunal de Justicia de Valencia (TSJCV) una prueba obtenida durante su instrucción que, según el Ejecutivo valenciano, demuestra que el presidente se pagaba sus trajes. Además de apuntar contra Garzón, lo hará contra la fiscalía, según señaló ayer la portavoz del Consell, Paula Sánchez de León.

La supuesta prueba inculpatoria es una conversación intervenida en prisión, por orden de Garzón, al imputado Pablo Crespo. "Yo creo que Camps, si se hizo los trajes allí en Milano, los habrá pagado de su bolsillo", le dijo Crespo a su abogado. Según el entorno de Camps, con esa afirmación "se exculpa absolutamente" a su presidente de cualquier sospecha referida a la aceptación de un cohecho en forma de trajes, por lo que, en su opinión, Garzón debería haber enviado la transcripción al TSJCV.

Más allá de que el juez de la Audiencia obrara bien o mal remitiendo dicha conversación al tribunal de Madrid y no al de Valencia, resulta chocante que Camps tenga ahora interés en sacar a colación un caso que siempre ha rehuido y que, en principio, está archivado. Es igualmente llamativo que el PP haya venido cargando contra todos los que han dado alguna credibilidad a la palabra de los "personajillos" imputados en la trama Gürtel y ahora ponga toda su fe en el testimonio de uno de los imputados, Pablo Crespo. Eso sí, los populares piensan seguir haciendo caso omiso a las denuncias de otros implicados como Isabel Jordán (administradora de una de las empresas de Francisco Correa), que aseguró que ella se encargaba de abonar los trajes de Camps. "He pagado una factura de 30.000 euros de una tienda que se llama Milano para pagarle los trajes al presidente Camps, tengo la factura, la he pagado", sostenía en otra conversación.

GRACIAS A RAJOY En cualquier caso, fue la portavoz de la Generalitat quien se ocupó de airear el tema de la grabación, ya que Camps se dedicó a agradecer a Rajoy que le diera aval público y ratificara que cuenta con él para las elecciones del 2011. De paso, dedicó a los socialistas una de esas solemnes frases que tanto le gustan: "La historia le pasará factura al PSOE de Zapatero por utilizar los instrumentos del Estado contra el PP".

Por su lado, la secretaria general del partido, María Dolores de Cospedal, calificó de "valiente y sincera" la comparecencia que, sobre el caso Gürtel , protagonizó Rajoy el pasado jueves --en la que respaldó al presidente valenciano--, e insistió en que la situación del cesado Ricardo Costa y la de Camps son diferentes. En el mismo sentido se pronunció la portavoz en el Congreso, Soraya Sáenz de Santamaría, que recalcó que si Costa se ha tenido que ir es porque su comportamiento "no ha sido ejemplar".