Francisco Camps se vio obligado a dejar sus responsabilidades políticas en el 2011 al verse implicado en casos de corrupción, pero este martes, durante su comparecencia en el Congreso de los Diputados, se ha comportado como si continuara allí, al frente de la Generalitat valenciana y del PP de esa comunidad autónoma, en una actitud perfectamente armónica con la de su propio partido. Lejos de rendir cuentas, Camps ha sido un miembro más del PP en la comisión de investigación sobre la financiación irregular de las siglas de Mariano Rajoy. Desde que se constituyó este organismo parlamentario, los representantes conservadores han intentado reventar sus sesiones. Su éxito ha sido dispar, pero esta vez contaban con una importante ayuda: el propio compareciente, que ha interrumpido a todos los portavoces, e incluso al presidente de la comisión, por cuestiones, en muchos casos, nimias.

Por ejemplo, la forma de referirse a la Comunidad Valenciana. Ester Capella, de ERC, ha comenzado a llamar al territorio País Valencià, una expresión ampliamente utilizada pero no oficial. Aquello ha sido intolerable para Camps. Con frases como “el País Valenciano no existe, no sé si usted lo sabe”, “no puedo soportar este insulto al que estoy siendo sometido” y “usted viene aquí a insultar a todos los valencianos, es dolorosísimo para mí”, el expresidente se ha negado a contestar a las preguntas de la republicana si contenían estas palabras.

En el fondo, ha dado igual. Camps, imputado en tres causas distintas y absuelto por el llamado caso de los trajes (en el que se le atribuía haber aceptado prendas de vestir de las empresas de Francisco Correa, cerebro de la ‘trama Gürtel’), lo ha negado todo, empezando por la última declaración de Ricardo Costa, exsecretario general del PP valenciano. Hace dos semanas, durante el juicio en la Audiencia Nacional sobre la rama valenciana de la Gürtel, Costa colocó a Camps al frente del sistema por el que el partido “se financiaba con dinero negro”.

“El señor Costa no dijo qué empresarios, qué actos, qué obras, y le puedo asegurar que eso no es así. Y durante nueve años dijo lo contrario. Yo, en cambio, siempre he dicho lo mismo”, ha contestado Camps al socialista Artemi Rallo.

Los "problemas de conciencia"

El intercambio con el diputado del PSOE ha sido tan abrupto como el mantenido con Capella. “¿Usted no tiene ningún problema de conciencia respecto a ese caso?”, le ha preguntado Rallo.

“¿Respecto a qué caso?”

“El de los trajes”.

“Sí, tengo un problema de conciencia: que usted, como militante del PSOE, no me haya pedido perdón”, ha respondido el expresidente autonómico, intentando, y consiguiendo por momentos, desplazar el foco a los socialistas. Porque ellos, junto a Compromís, ha dicho Camps, son los que han convertido la Comunidad Valenciana “en un cenagal”. Para él, lo importante aquí, en la comisión de investigación sobre la financiación del PP, es “saber quién paga los abogados del PSOE en todas las causas donde está personado”.

Por una vez, los diputados populares han permanecido en silencio, sin reventar la sesión. Camps, que el miércoles declarará como testigo en la Audiencia Nacional, lo ha hecho por ellos.