El expresidente valenciano Francisco Camps tiene experiencia con los tribunales. Absuelto por los trajes de la trama Gürtel e imputado en tres causas, dos de la Fórmula 1 y una de la visita del Papa, su declaración como testigo en el caso de la financiación irregular del Partido Popular valenciano fue para él un paseo.

Consideró «absurdo» que él o el expresidente de las Cortes Valencianas Juan Cotino ordenasen el sistema denunciado por los principales acusados del caso, entre ellos, el propio exsecretario general del PP en Valencia Ricardo Costa.

«Niego la mayor. Jamás habría defendido o permitido un sistema de este tipo», dijo Camps, para negar que fueran empresarios, como ellos mismos admitieron en el juicio, los que pagaran las facturas del partido. Además, criticó el cambio de versión de Costa, al que atribuyó «la llevanza económica del partido». «Alguien tiene que explicarnos por qué ha mentido a un juez del Tribunal Superior de Justicia de Valencia. Durante nueve años yo a todo el mundo le escuché exactamente lo mismo: que eso no era verdad», dijo.

Aseguró que cuando estalló la Gürtel le preguntó directamente si había algún problema con las cuentas. «No solo no me dio cuenta de ninguna irregularidad, sino que cuando saltó esta cuestión llamé al señor Costa para decirle ‘qué es lo que está pasando’ y me dijo: No te preocupes, presidente, esto está perfectamente ordenado. Son falsedades», aseveró.

Camps, que se mostró muy tajante en todas sus afirmaciones, negó que alguien se hubiera enriquecido en el partido a través de la trama corrupta y también la reunión que Costa dijo haber mantenido con el extesorero del PP Luis Bárcenas en la sede nacional del partido para informarle del sistema irregular de financiación ideado.

El expresidente valenciano dijo estar «completamente convencido» de que el presidente o el secretario general del partido, que eran «sus interlocutores», se lo hubiesen contado.

INTRODUCIDO POR ZAPLANA / Según Francisco Camps, fue el entonces presidente del partido en Valencia, Eduardo Zaplana, quien en el año 2002 introdujo a Álvaro Pérez, el Bigotes, en el montaje de los actos del partido, eventos en los que el expresidente del Partido Popular valenciano negó todo «glamour» tanto en organización como en su participación.

Y justificó la conversación con el responsable de Orange Market en la que le llamó «amiguito del alma» y le pidió «lealtad», asegurando que esas palabras son las que un presidente autonómico tiene «en Nochebuena» con alcaldes, diputados, «ministros no, porque en ese momento eran todos socialistas». Una referencia al expresidente José Luis Rodríguez Zapatero que le permitió burlarse diciendo que también le había pedido lealdad, pero no se la dio.