No quiere beneficiarse de los privilegios asociados a su condición de diputado; no quiere ser aforado. Por este motivo, y a pesar de que se trata de un derecho irrenunciable, el parlamentario por Jaén de Unidos Podemos, Diego Cañamero, registrará este viernes en el Congreso una petición para desistir de esta prerrogativa.

El histórico dirigente del Sindicato Andaluz de Trabajadores (SAT) acudió hace dos semanas a una notaría de Sevilla para dejar constancia de esta voluntad y dotarla de "la suficiente credibilidad" como para ser presentada en la Cámara baja. "No quiero tener ningún privilegio porque mi compromiso es con los ciudadanos", aseguró entonces Cañamero en declaraciones a la agencia Servimedia. De hecho, durante su promesa como parlamentario en la sesión constitutiva de las Cortes ya transmitió su intención: "Prometo acatar la Constitución porque me obliga la ley, pero mi compromiso es con la gente, con los pueblos y con Andalucía".

Esta voluntad, sin embargo, se topará, a no ser que se encuentre algún resquicio legal, con la dura realidad de que es un derecho irrenunciable de los diputados. Según el artículo 71 de la Constitución, "durante el periodo de su mandato, los diputados y senadores gozarán asimismo de inmunidad y solo podrán ser detenidos en caso de flagrante delito" y "no podrán ser inculpados ni procesados sin la previa autorización de la Cámara respectiva".